El accidente se produjo en torno a las 23.30 horas del domingo cuando la conductora de un Jaguar -con dos ocupantes más a bordo- perdió el control, invadió el carril contrario y se empotró literalmente contra una Kia que circulaba correctamente por la citada vía en sentido contrario.
Varios testigos apuntan que el impacto fue tan grande que el Kia salió disparado golpeando con su parte trasera a un tercer coche que se encontraba estacionado en la vía pública. Por su parte, el Jaguar quedó justo en medio de los dos carriles de circulación impidiendo la circulación en ambos sentidos. En cuestión de minutos, con la llegada de los autobuses de línea de la EMT, la situación del tráfico comenzó a complicarse aún más. Unos minutos más tarde, el colapso era total y la crispación de los conductores inmersos en el embotellamiento iba en aumento. Instantes después, la Policía Local tuvo que cortar la calle por espacio de más de una hora mientras llegaban las asistencias sanitarias y las grúas procedieron a la retirada de los vehículos implicados. Varios testigos declararon a la policía que vieron a la conductora del Jaguar circulando a toda velocidad por la citada calle. Cuando los agentes solicitaron a la chica que se sometiera a la prueba de alcoholemia ésta se negó a realizar la prueba de forma correcta. En algunas ocasiones no soplaba y en otras aspiraba, todo ello para boicotear la medición.
Finalmente, la Policía Local le imputó el delito de conducción bajo los efectos de bebidas alcohólicas y sustancias estupefacientes por negativa. Emaya se encargó de limpiar la vía pública de los restos de todos los vehículos implicados.
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