El caso se saldó con la detención de doce personas, tres de ellas relacionadas con el crimen. | Mossos d'Esquadra

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Los Mossos d'Esquadra han resuelto un crimen tras más de un año de investigación y hallar un cadáver enterrado bajo una capa de hormigón mediante la técnica de la geolocalización.

La investigación se inició en junio del año pasado cuando una mujer de nacionalidad moldava presenta una denuncia de desaparición de un hombre albanés en comisaría. Según explicó, lo conocía desde hace pocas semanas al haberle alquilado una habitación de su piso, y manifestó que se había marchado del domicilio dejando sus efectos personales.

Un mes después fue el padre del desaparecido, quien se desplazó expresamente desde Albania, quien presentó otra denuncia por desaparición en la comisaría de Granollers. Este relató además que la mujer de la primera denuncia es en realidad la pareja de su hijo, con quien convivía desde hace años en Cataluña.

Las sospechas y los indicios de criminalidad centraron la investigación en el entorno del desaparecido, destapando una organización criminal que se dedicaba al cultivo intensivo de marihuana en interiores y al blanqueo de capitales.

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Aparte de las plantaciones, siempre dentro de naves industriales repartidas por varios puntos del territorio catalán, los agentes constataron una ingeniosa estructura empresarial legal para dar cobertura a sus actividades ilícitas.

En el proceso de las indagaciones se descubrió que los arrestados planearían trasladar el cuerpo de sitio, pues les vencía el alquiler del recinto industrial de Argentona donde se sospechaba que lo habían enterrado.

Esta situación apresuró las actuaciones y se detuvo a tres personas relacionadas con el crimen, entre ellas la mujer moldava pareja del hombre asesinado. Uno de los detenidos detalló cómo habían llevado a cabo el homicidio y un geofísico fue imprescindible para, mediante las tareas de geolocalización, hallar el cuerpo sepultado bajo una capa de hormigón.

Paralelamente se llevaron a cabo nueve entradas y registros en varias poblaciones de Cataluña, tanto en domicilios como en naves industriales donde estaban los cultivos de marihuana en Terrassa, Cerdanyola del Vallès, Argentona, Vallirana, La Roca, Barcelona y Premià de Dalt. Los investigadores detuvieron a un total de doce personas, tres de ellas relacionadas con el homicidio e intervinieron 28 kilos de marihuana. Además, desmantelaron plantaciones y decomisaron 2.950 plantas.