Un hombre de nacionalidad pakistaní se enfrenta a una pena de dos años de cárcel por abusar sexualmente en Cala Rajada de una turista alemana en uno de los cambiadores de ropa de la tienda en la que trabajaba.
Los hechos juzgados este miércoles en Vía Alemania se remontan al mes de junio de 2016. Según la víctima, que no se presentó a la vista, entró en el establecimiento donde trabajaba el acusado con la intención de comprar unos pantalones. Escogió unos y se adentró en uno de los cambiadores.
Instantes después, y ante la sorpresa de la germana, el procesado entró en el cambiador y le comentó a la clienta que los pantalones «no le quedaban bien», según el relato de la víctima. No contento con ello le metió la mano por debajo de la ropa interior hasta en dos ocasiones. La mujer en su intento por defenderse le empujó, se subió los pantalones y se marchó corriendo del local en dirección al hotel donde estaba hospedada. Allí avisó al recepcionista, que llamó a la Guardia Civil, y en pocos minutos se desplazó para tomar declaración a la víctima.
El acusado relató en sede judicial que la mujer alemana tenía la intención de robar la prenda que fue a probarse al cambiador. «Entré porque vi que su idea era llevárselos sin pagar. Como me di cuenta se pudo echa una furia y se inventó todo», explicó. El cuidadano pakistaní comentó que llevaba cinco años trabajando en la tienda y nunca antes había tenido algún problema. Asimismo añadió que veía a la turista «como a una madre y yo no le haría eso nunca a mi madre».
El Ministerio Fiscal mantiene la pena inicial de dos años de prisión para el imputado por un delito de abuso sexual.
2 comentarios
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@yquemas propones que si te van a robar en tu negocio no hagas nada, cuando esté fuera con los pantalones debajo simplemente se niega a enseñarle si los lleva debajo puestos y para casa. Con lo del abuso sexual está todo ganado, o perdido
Si piensas que alguien te esta robando, se lo puedes decir fuera del probador. No se entiende que un hombre se meta en el probador mientras hay una mujer dentro quitandose ropa. Ahora resultará, como siempre, que este señor es una victima. Que poca verguenza. Nos toman por tontos