Imagen de archivo de un perro maltratado. | Redacción Sucesos

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Diez personas han sido detenidas por la Policía en Vélez-Málaga acusadas de maltratar a dieciocho perros, de los que dieciséis han sido rescatados, uno fue hallado muerto por asfixia y otro tuvo que ser sacrificado por los graves problemas de salud que presentaba.

Las detenciones se han producido en el transcurso de seis investigaciones contra el maltrato animal y se iniciaron gracias a la colaboración de varios ciudadanos que alertaron de situaciones de abandono que estaban sufriendo los canes en distintas viviendas y fincas de la localidad.

Los investigadores confirmaron que, en todos los casos, los animales se encontraban en estado grave de desamparo y casi todos padecían importantes problemas de salud, según ha informado este lunes en un comunicado la policía.

En uno de los casos investigados, dos perros de 5 y 8 años no habían sido asistidos nunca por ningún veterinario y vivían en condiciones higiénicas lamentables, en un espacio dedicado al cultivo de droga.

A raíz de una denuncia de una protectora de animales, los agentes encontraron en el interior de una chatarrería a una perra gravemente enferma, que requirió su traslado urgente a un centro veterinario, además de otros tres canes «atemorizados, desnutridos, deshidratados y con infecciones» dentro de una jaula.

Además, la policía rescató de la calle a un perro de 4 años con daño hepático y una luxación en la cabeza del fémur derecho por un accidente que había sufrido y por el que no fue asistido en ningún momento.

El animal, que tuvo que ser operado de urgencia, fue abandonado por su dueño, pero seguía por los alrededores de la tienda que éste regentaba.

En otro caso, dos perras fueron encontradas atadas a una puerta de un local y a la reja trasera de un inmueble, ambas con cuadros graves de enfermedades, después de que su propietario se hubiera cambiado de domicilio y las hubiera dejado allí.

También se ha detenido a los dueños de un perro de menos de 3 años que fue hallado muerto en un cauce en Mezquitilla con una brida fuertemente ajustada a su cuello para provocar su asfixia.

Por último, la policía localizó a un perro, desechado por sus amos para la caza, con claros síntomas de abandono y desnutrición, por no haber recibido los cuidados mínimos e indispensables para la supervivencia.

Tras su asistencia urgente y un tratamiento de choque, empeoró hasta que, debido a los graves problemas de salud que presentaba, tuvo que ser sacrificado.

Sus dos propietarios -padre e hijo- fueron detenidos por un delito de maltrato animal con resultado de muerte.