Un joven holandés fallece tras inhalar desodorante para drogarse

El joven, según han desvelado varios medios, sufría brotes psicóticos y estaba ingresado en un centro de rehabilitación por consumir cannabis y ketamina.

Los sanitarios que acudieron para atenderle le indujeron un coma para intentar hacer algo por su vida, pero no fue posible y a los nueve días falleció. Los médicos del hospital afirmaron que «no tenía suficiente actividad cerebral para mantener la vida».

El doctor Kelvin Harvey Kramp, de la unidad de cuidado intensivo del Hospital Maasstad en Rotterdam, donde fue atendido el joven, aseguró que este tipo de casos son muy raros y por ello no se conocen las consecuencias de llevar a cabo estas acciones.