Imagen de archivo del hospital de Inca, donde nació la bebé en 2009. | Maria Nadal

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Un ginecólogo, una pediatra y una comadrona serán juzgados por una presunta imprudencia profesional en el parto de una bebé que nació con una discapacidad del 94 por ciento en el hospital de Inca en 2009.

La madre de la niña dio a luz el 24 de diciembre. Una comadrona, tras una primera exploración en urgencias, ordenó su ingreso hospitalario a las 8.30 horas. La acusación particular sostiene que se trataba de un parto de riesgo debido a la existencia de complicaciones en el anterior y a la diabetes gestacional de la embarazada.

En el siguiente turno, a las nueve, entró la comadrona procesada. Sobre las diez se produjeron los primeros signos de alerta por sufrimiento fetal por «color líquido amniótico meconial».

Desde las 14.10 hubo alteraciones en el registro de la frecuencia cardíaca fetal y las contracciones uterinas. La comadrona y el ginecólogo no atendieron a la mujer hasta las 16.30 horas. La niña nació a las 16.35 con «meconio en pasta abundante, deprimida sin tono ni respiración espontánea y sin estimular se liga el cordón y se entrega a la pediatra de guardia», siempre según la versión de la acusación. La doctora no realizó una correcta evaluación de la situación y no hizo la intubación «endotraqueal» hasta pasados 20 minutos, lo que agravó la falta de oxígeno de la bebé.

Los tres acusados «omitieron las actuaciones» para evitar el sufrimiento fetal. La niña nació sin respiración, fue reanimada y sufrió una serie de lesiones muy graves. A día de hoy presenta una discapacidad del 94 por ciento.