El acusado, asistido por el abogado Eduardo Gallego, no ingresará en prisión ya que la pena quedó suspendida durante dos años con la condición de que no cometa ningún delito y de que realice un curso de educación sexual. Los hechos se remontan al 13 de mayo de 2016.
El hombre, de 62 años, creó dos perfiles en la red social y compartió allí dos imágenes de contenido pornográfico infantil. La Policía Nacional llevó a cabo una investigación y registró su domicilio. Allí encontraron un ordenador, un pendrive, dos móviles y una libreta con varios recortes de papel con correos electrónicos y contraseñas de acceso.
Los agentes hallaron en el ordenador las imágenes compartidas que dieron origen a la investigación. Tras analizar los efectos electrónicos comprobaron que había 10 archivos pedófilos en la computadora, 51 imágenes en un Samsung Galaxy S4, 11 en otro teléfono y tres vídeos.
Los policías analizaron el contenido de sus móviles y vieron que había un chat de WhatsApp en el que compartió un vídeo de pornografía infantil. En otras conversaciones, el acusado informaba a otros usuarios sobre formas y sitios donde obtener material.
2 comentarios
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Me molesta mucho que a estas sabandijas se las proteja tanto, nunca dan su identidad, ni entran en cárcel ni nada,siendo basura, y siempre dicen que son espantosas todas las crueldades ,pero ,siempre protegidas, por la ley, pero que horror
Sin palabras, asco de justicia