Imagen de archivo de dos policías locales patrullando en Capdepera. | Assumpta Bassa

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La Policía Local de Capdepera ha detenido a un joven de 25 años acusado de violar a una mujer en su domicilio de Cala Rajada. La agresión sexual denunciada recientemente ocurrió sobre las cinco y veinte de la madrugada del pasado 6 de enero. La presunta víctima, de 39 años, circulaba en bicicleta cuando se percató de que un joven la seguía en una moto. El piloto era un joven marroquí que conocía porque trabajaba en un bar de copas. La mujer recordaba su nombre.

El joven la acompañó a su domicilio. A la mujer le sorprendió que el chico se detuviera justo delante de su casa, un bajo, ya que nunca le había comentado dónde vivía. La denunciante entró en su vivienda y por cortesía ofreció algo de beber al marroquí, que se encontraba todavía fuera y conversaban desde la terraza.

El hombre se quejó del frío y preguntó a la denunciante a ver si podía entrar en su casa, a lo que la mujer accedió. Una vez dentro del domicilio se sentaron en el sofá y continuaron hablando. El joven, poco a poco, se acercaba cada vez más a la mujer, algo que le incomodó y se fue al lavabo para llamar a su novio, que se encontraba en Marruecos.

Al salir del baño, el agresor la agarró fuerte del cuello y la introdujo en la habitación. La tiró sobre la cama y se puso encima de ella. La mujer comenzó a gritar diciéndole que no en varias ocasiones y le insistió, forcejeando, en que le dejara. El denunciado, con una mano agarrándola del cuello, le bajó los pantalones y la ropa interior con la otra. Acto seguido le realizó tocamientos y la forzó. El joven eyaculó en el interior de la mujer, que se quedó paralizada, en shock. La denunciante fue enseguida al baño para lavarse pensando que el hombre se iría. Al salir del lavabo se lo encontró sentado en el sofá y le pidió que se marchara de su casa. El asaltante accedió.

Hace pocos días que llamó a la Policía Local para denunciar estos hechos y los agentes arrestaron al joven en su domicilio.

La mujer tardó en denunciar porque tenía «vergüenza» y «miedo», según fuentes a las que ha tenido acceso este periódico. Contó lo sucedido varios días después a una amiga, a su exmarido, que se encontraba en Alemania, y a su pareja al regresar de Marruecos. La casa de enfrente de su domicilio cuenta con un sistema de cámaras de seguridad que ayudará a los investigadores a esclarecer los hechos denunciados recientemente por la mujer.