Una multitud de personas, incluidos los bomberos que han participado en el rescate, se ha congregado para despedir y dar el último adiós al pequeño y mostrar apoyo a la familia.
El féretro de Julen llegó este pasado sábado al tanatorio del cementerio de la barriada malagueña de El Palo, donde se ha velado al pequeño, y donde este domingo, en las puertas, se han congregado centenares de personas para despedirlo y arropar a la familia, rompiendo el silencio en el lugar con aplausos.
Las muestras de apoyo a los familiares de Julen, especialmente a sus padres, llegan desde todos los puntos del país. Estas muestras de apoyo y condolencias a la familia han sido numerosas y no han dejado de producirse desde que en la madrugada de este pasado sábado se hallara el cuerpo sin vida del niño de dos años.
Los padres de Julen ya han abandonado el tanatorio de El Palo y lo han hecho entre aplausos. La pareja se ha dirigido a su casa, ubicada a poco más de cien metros de esas instalaciones. Julen descansa ya junto a su hermano Óliver, muerto de forma repentina en 2017.
Cabe recordar que en Málaga se han declarado tres días de luto oficial por el fallecimiento del niño, cuyo cadáver fue localizado la madrugada del sábado tras trece días de incesante trabajo por parte de más de 300 personas para llegar hasta los más de 70 metros de profundidad, donde se encontraba el pequeño.
Paralelamente, prosigue la investigación de las circunstancias que rodean la trágica caída del niño de dos años al pozo de Totalán del que fue rescatado después de trece días de trabajos.
Este domingo se cumple el segundo día de luto oficial en Málaga capital, donde en el distrito Málaga-Este reside la familia; al igual que también se cumple en Totalán, lugar en el que sucedieron los hechos.
El rescate de Julen, en el que han colaborado desde el primer día un operativo de más de 300 efectivos que han trabajado por turnos, se ha sucedido desde que el pasado 13 de enero se recibiera el aviso de caída de un menor por un agujero de 25 centímetros de diámetro y de gran profundidad en la zona conocida como Dolmen del Cerro de la Corona de esta localidad malagueña.
El niño, que estaba con unos familiares en una finca, cayó en un orificio de prospección para buscar agua de pequeño diámetro pero gran profundidad. Desde entonces se activó un operativo para rescatarlo formado por efectivos de distintos cuerpos que han estado trabajando en el lugar día, tarde y noche sin descanso y haciendo frente a las grandes dificultades técnicas que se han ido encontrando, especialmente por la dureza del terreno.
En la madrugada de este sábado, a las 01.25 horas se halló el cuerpo sin vida de Julen, que, según informó el delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, se topó con tierra tras una caída libre de 71 metros. Durante 13 días se ha desarrollado una «misión colosal y sin precedentes» encaminada a llegar «lo antes posible pero con delicadeza» al pequeño, que este domingo ha recibido sepultura en la más estricta intimidad.
9 comentarios
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Un aplauso a todos aquellos que han colaborado con la recuperación del niño. Ahora bien, las televisiones lo único que han hecho es montar un circo alrededor del accidente. Una cosa es informar y otra lo que ha hecho estos quince días.
Acusar en falso es delito. Lo digo por los que acusan al pocero. Hasta empiezo a creer (no aseguro) que alguien le ha dado documentación falsa y se la han colado. El pocero tiene buenas referencias, por algo será.
El irresponsable es el que cavó ese agujero y no se preocupó de dejarlo en condiciones, bien sea el pocero o el dueño de la finca, o los dos. Para criticar a unos padres que han perdido a su hijo en estas circunstancias y encima culparlos de lo sucedido, hay que tener el alma muy negra
Hipocresía,los mismos que lloran son los que dejan que se ahoguen los niños en las pateras
Sientro un profundo pesar. Desde lo más hondo les envío animos a sus padres.
Creo que ya vale con este tema.
Con el tiempo se aclararán muchas cosas. Le pese a quien le pese. DEP ese ángel.
A "Chin Lu": Estic d'acord amb tú, però no crec que sigui això lo que aplaudeixen. És com una moda que hi ha ara. Abans, a ningú se li hauria acudit aplaudir una defunció, perquè és una cosa no desitjada. És una desgràcia quan passa a una persona tan jove.
Aplaudir a los padres en el funeral, cuando, en parte, tienen su parte de culpa, por irresponsables, no me parece bien. DEP