David Fernández denuncia ataques racistas como conductor de galera en el Arenal. | Click

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«El acoso laboral y el maltrato psicológico que he sufrido me han provocado una depresión. Yo sólo quiero seguir trabajando con un galera en s'Arenal, pero los compañeros -y uno en particular- no para de insultarme porque soy gitano. Me hacen ‘moobing' y yo solo pido al Ajuntament que me recoloquen en la calle Conquistador, en Palma, pero me ignoran. Soy gitano y no les importo».

David Fernández Vargas tiene 24 años y hasta hace año y medio se dedicaba a lo que ha hecho su familia toda la vida: conductor de galera para turistas. «Es mi pasión y lo único que sé hacer. La licencia me costó media vida, pero una vez que la tuve empezaron a machacarme con insultos. No me dejan trabajar porque me esconden los cubos o los trapos. Se saltan los turnos para quitarme clientes y es un acoso continuo», relató a Ultima Hora. La discriminación que padece la ha denunciado en el juzgado de Palma, que dio cuenta a la policía, en Cort, en el defensor del ciudadano y en una asociación de integración del pueblo gitano. Pese a todo, hace año y medio que ha tenido que dejar su trabajo de calesero: «Es una tortura psicólogica lo que me hacen y me estaba volviendo loco. Buscan que me enfrente a ellos y me detengan, para que pierda mi licencia. Por eso prefiero no trabajar. Pero de algo tengo que comer, ¿no?».

David insiste en que esa marginación que sufre no tiene sentido: «Si fuera un pieza podría entenderlo, pero no tengo antecedentes. Nunca he tenido ningún problema con nadie. Yo insisto: me iré de s'Arenal, pero lo mínimo que puede hacer el ayuntamiento es darme otra parada, como la de la calle Conquistador, junto al Parlament. Allí los conductores de galeras me respetan y al menos no tendré que vivir el infierno que he pasado en la Platja de Palma».

El joven explica que tenía que escuchar a diario insultos del tipo: «Gordo maricón, gitano de mierda» y que ya no sabe qué hacer o a quién recurrir: «¿Qué hago? ¿Me voy a Son Banya a vender droga? ¿Mato a ese que me está volviendo loco? Nosotros venimos de una familia humilde, pero muy honrada. Padecer estas torturas psicológicas solo por mi condición de gitano me parece algo increíble a estas alturas. Y peor aún: que nadie lo remedie».