De nuevo, y de forma espontánea tal y como han indicado los vecinos, estos se han concentrado en la calle un día después de haber incendiado un camión en represalia por la muerte de este vecino a raíz de una discusión «por un perro».
Tras atar globos blancos a la valla de la vivienda, han cogido objetos de un parterre anexo, propiedad de esta familia, y los han lanzado contra la vivienda. A continuación, han colocado una lona de plástico y otras telas frente a la puerta de la vivienda y han prendido fuego.
Ha sido entonces cuando han acudido los antidisturbios, a quienes les han pedido que pillen «al asesino». Parte de los congregados han tirado latas y objetos contra los agentes, y se ha producido un conato de enfrentamiento entre uno de ellos y varios vecinos. Uno de los vecinos ha aparecido con una motosierra y la ha encendido, y otros le han hecho apagarla.
Diversos vecinos han asegurado que el domingo acudirán a El Rastro, donde al parecer tiene un puesto uno de los familiares del presunto autor de las puñaladas, para asegurarse de que «nadie le compra nada». Han lanzado consignas como 'Fuera del barrio, no peleas a diario', 'Sois muy valientes cuando hay poca gente' o 'El pozo unido jamas será vencido'.
Además, han reiterado que «no se trata de una cuestión de racismo» porque «siempre» han convivido «payos y gitanos».
En declaraciones a Europa Press Televisión, una vecina del barrio, ha manifestado que ella «ya tuvo problemas paseando a su perro» con los presuntos autores, pero que no pueden decir nada porque «les tienen miedo». En la misma línea, otra vecina ha indicado que «no pueden contestarles» si les dicen algo porque «a la mínima te dan una mala contestación o te pegan», asegurando que «se callan» por miedo «a salir mal parados».
Asimismo, ha apuntado que en su opinión este apuñalamiento «lo tenían planeado» porque les estaban esperando para irse. «Tenían un coche preparado para irse, aún no les han cogido y no tenemos noticias de nada», ha señalado.
Por ello, desde el domingo los vecinos de la zona protagonizan protestas en el barrio y frente a la vivienda de los presuntos autores del crimen para exigir «que les echen», como puede leerse también en varios carteles y pintadas. Asimismo, la vivienda también presenta ventanas rotas y manchas de huevos. «Yo quiero que se vayan, no todos los gitanos, simplemente estos que son conflictivos y que han asesinado a una persona», ha dicho una de las vecinas del barrio del Pozo del Tío Raimundo.
En esta zona, algunos de los concentrados el martes quemaron al menos un camión y llegaron a provocar daños en furgonetas y coches aparcados en la calle frente a la vivienda como símbolo de «venganza», lo que hizo que agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) y de Policía Municipal tuvieran que rodear la vivienda del supuesto autor del apuñalamiento.
Mientras que la Asociación Vecinal de El Pozo ha señalado que el barrio es «un ejemplo de cooperación y tolerancia» y que no están dispuestos a tolerar la violencia, los vecinos han explicado que «siempre hay peleas» y que el barrio es una «zona conflictiva que no presenta mucha seguridad», reclamando más presencia policial para que no ocurran estos hechos. Por su parte, la técnica de igualdad de la Fundación del Secretariado Gitano, Laly Camacho, ha alertado este miércoles del «linchamiento» por motivos racistas que están sufriendo familias de etnia gitana en Vallecas, por lo que ha pedido «que se las proteja» y «no generalizar».
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