A su llegada, los agentes se entrevistaron con los vigilantes de Kaizen Security quienes momentos antes habían podido observar por las cámaras de vigilancia que dispone el hotel como un varón parecía estar intentando forzar con intenciones sexuales a una chica, por lo que alertó a sus compañeros. Los tres vigilantes acudieron en auxilio de la joven consiguiendo inmovilizar al turista germano y engrilletarlo (ponerle las esposas) hasta que llegara la policía.
Mientras tanto, la víctima estaba llorando, nerviosa y muy alterada hasta la llegada de los equipos sanitarios. La empresa de seguridad puso a disposición de los agentes las imágenes de las cámaras. En la secuencia se observa como el sospechoso comenzó a besar a la joven mientras ella se mostraba desde un principio muy esquiva y no cesaba de gesticular de forma negativa.
Por su parte, el presunto agresor insistía en su actitud tratando de besarla y llegando a agarrarla con la intención de llevarla por la fuerza a una puerta, ofreciendo en todo momento una gran resistencia la germana. En un momento dado, el joven propina un fuerte empujón a la chica contra la puerta del ascensor, cayendo esta al suelo. En ese instante, él se tumba sobre ella y a pesar de la gran resistencia que ofrecía lanzándole patadas y arañándole la cara y oreja, el varón aparentemente coloca la mano en la entrepierna de la chica y comenzó a realizar movimientos rápidos con la mano llegando a parar y tratando de huir cuando aparecieron los vigilantes de seguridad.
Acto seguido, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía procedieron a la detención del acusado por un presunto delito de agresión sexual y lesiones.
A pesar de estar todo grabado, la víctima decidió retirar la denuncia en el juzgado por lo que el acusado quedó en libertad con cargos. Por su parte, el día de los hechos, la chica declaró ante la policía que había conocido a su presunto agresor unos días antes en el Bierkönig. Desde entonces, el compatriota había estado insistiendo para tener algún tipo de relación, pero ella siempre lo declinaba.
Ese día, cuando ella se disponía a regresar a su habitación observó que él la perseguía y decidió refugiarse en el hall del hotel Gobi Bay. A partir de ese instante, el sospechoso trató de besarla, agarrarla y tirarla al suelo.
En ese instante, aprovechó para introducirle los dedos en la vagina, hasta que las puertas del ascensor se abrieron y ella se refugió en el interior hasta la llegada de los vigilantes de seguridad. Del miedo que sufrió llegó a orinarse encima.
6 comentarios
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Muy bien a los Vigilantes que tuvieran una rápida actualización!
Tenía entendido, hasta ahora, que la imputación de un delito penal era independiente de que hubiese o no denuncia, máxime habiendo pruebas y testimonios que lo prueban. ¿No actual la fiscalía de oficio? ¿o es que la condición de turista le exime de pagar por un delito?
Pues nada chica, tú retira la denuncia y deséale suerte a la próxima chica que ataque el tipo éste al que has evitado la cárcel, esperemos que también la salven y tenga suficiente valor como para tirar para delante.
Debería de ser ilegal retirar una denuncia cuando hay pruebas y testigos de un delito. ¿Porqué se puede retirar una denuncia si hay un claro delito sexual? Esa mujer puede tener un ataque de nervios o no querer alargar la historia, es normal, pero no debería de estar en sus manos. Esa persona puede volver a delinquir.
Y ahora que ?? también es su derecho el no denunciar un intento de violación ? No especifican que los tres vigilantes tuvieran alguna lesión o contusión , o eso espero por que la cara de tontos que se les a debido quedar sera de ordago .
Si ella misma retiró la denuncia, poca importancia le debió dar. Peor para ella. Ya sabemos cómo suelen acabar estos casos, cuando la víctima decide retirar la denuncia.