En los últimos años las operaciones policiales en Son Banya se han multiplicado exponencialmente. | Alejandro Sepúlveda

TW
15

La venta de droga en el poblado de Son Banya se desploma algo más de un 38 por ciento en los últimos cuatro años.

La decadencia del poblado, el derribo de numerosas chabolas, la externalización de puntos de venta en otras barriadas y la desarticulación e ingreso en prisión de los principales cabecillas de los clanes gitanos son los principales argumentos de la importante disminución de venta de droga en Son Banya.

Un equipo de Ultima Hora ha realizado un exhaustivo informe de investigación durante varios días y los datos obtenidos han sido corroborados por fuentes policiales conocedoras del tema. Tras contabilizar la entrada y salida de vehículos del poblado entre las 18 horas y las 02.00 horas de la madrugada, de un viernes al sábado, los resultados de las diferentes franjas horarias han sido los siguientes: de 18 a 19h, 53 coches; de 19 a 20 h., 115; de 20 a 21 h., 102 coches; de 21 a 22 h., 100; de 22 a 23 h., 21 coches; de 23 a 00h., 70; de 00 a 01h., 30 coches, y de 01 a 02h., 32 coches. La suma total de vehículos contabilizados ha sido de 523 en un tramo comprendido en ocho horas. En el año 2015, este mismo estudio reflejaba que el número de vehículos era de 844. Es decir, que en casi cuatro años de diferencia, la entrada de vehículos ha descendido un 38 por ciento.

A pesar de la considerable disminución de clientes, el poblado chabolista de Son Banya está considerado el mayor supermercado de la droga de nuestra comunidad. Durante un fin de semana la facturación por venta al pormenor (clientes particulares) puede superar los 100.000 euros de beneficio.

Según fuentes policiales consultadas para la elaboración del citado trabajo de investigación, a cada vehículo se le atribuye una media de una gramo y medio. Por consiguiente, a los 523 les corresponde, aproximadamente, 784.50 gramos de droga. El precio estándar del mercado ronda entre los 55 y 60 euros por gramo. Consecuentemente, en ocho horas de intenso trabajo en Son Banya se obtienen unos beneficios de 47.070 euros por día.

La adicción a las sustancias estupefacientes, especialmente a la cocaína, ha pasado de ser algo dirigido a clases bajas o marginales para apostar por el mercado de las clases medias o altas. Entre los coches detectados pudimos encontrar vehículos ‘conocidos' o coches de alta gama conducidos por ciudadanos de un alto poder adquisitivo. El estadillo y control de vehículos se llevó a cabo la madrugada del vienes 3 de mayo al sábado 4 de mayo.

«El derribo de chabolas y el ingreso en prisión de los clanes, justifican los datos»

«Es muy difícil ofrecer un dato exacto de la cantidad de venta de droga que se vende en Son Banya, pero la entrada y salida de vehículos puede convertirse en un indicador de ello. Estoy convencido que el derribo de chabolas, las numerosas operaciones realizadas en los últimos años y que las cúpulas de los clanes están en prisión justifican estos datos de más de un 38 por ciento de caída en las ventas», apunta un experto en la materia.

«Lamentablemente, la droga se sigue vendiendo en otros lugares», concluye.
Para el mando policial consultado, la decadencia del poblado acabará con el mismo en unos años.