El pirómano detenido el pasado domingo en la barriada de Pere Garau fue conducido este martes por la tarde por agentes del Cuerpo Nacional de Policía a los juzgados de Vía Alemania de Palma. | Alejandro Sepúlveda

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El pirómano detenido el pasado domingo quemaba los contenedores por venganza contra los agentes de la Policía Local de Palma. El arrestado no soportaba a los funcionarios municipales porque estos le habían multado en varias ocasiones por llevar al perro suelto. De hecho, así lo confesó el propio protagonista de forma espontánea instantes después de su detención.

El hombre no dejaba de atacar a los policías locales, a los que calificaba de prepotentes y les acusaba de mantener una persecución manifiesta contra su persona y su mascota.

Fuentes oficiales del Cuerpo Nacional de Policía han confirmado que el arrestado es un hombre de 58 años de edad de nacionalidad española por un delito de incendio provocado con riesgo para las personas y daños. El hombre está separado, tiene una hija y vivía solo en compañía de su perro. Al parecer, no trabajaba y cobra una pensión del Estado. El arrestado está acusado de cometer hasta 14 incendios en contenedores en diversas barriadas de Palma, tales como Pere Garau, Arxiduc, Marqués de Fontsanta, Son Cladera y Son Forteza. En algunos de ellos, el fuego se propagó a vehículos y a fachadas de edificios.

La investigación, enmarcada dentro del dispositivo que se Policía Nacional y Policía Local de Palma, se inició hace unos meses con motivo del incremento de incendios de contenedores. El Grupo de Atracos llevaba algo más de una semana tras la pista del último pirómano.

Como consecuencia de los dispositivos policiales se obtuvieron datos para determinar patrones de actuación, zonas, horarios y otros indicios relacionados con este ilícito penal que han servido para concretar más las pesquisas policiales y centrar la investigación en el presunto autor, intensificando las vigilancias.

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El pasado domingo, a las 19.45 horas en la barriada de Pere Garau, los agentes procedieron a la detención del presunto autor por un delito de incendio provocado con riesgo para las personas y daños, interviniéndole en el momento de la detención un teléfono móvil y tres encendedores, manifestando él mismo que no era fumador.

Al día siguiente se practicó un registro domiciliario en la vivienda del sospechoso, donde se intervinieron además de un ordenador, dos paquetes de pastillas para encender fuego y seis cajas de cerillas. La investigación sigue abierta para determinar su implicación en otros incendios, ya que quedan pendientes el resultado de varias gestiones. Como consecuencia de los diferentes focos de fuego intencionado generado por el arrestado se produjeron daños cuantiosos en 36 contenedores, 11 vehículos y 4 fachadas de edificios.

Aun así, la policía afirma que no se descarta la presencia de varios «incendiarios de contenedores», ya sea por su naturaleza o como imitador, por lo que continúa con los operativos para prevenir más siniestros.

Sólo unas horas después de la detención del pirómano de los últimos incendios registrados en Palma volvieron a arder contenedores en el barrio de La Soledad. La actuación de los bomberos fue rápida, de 17 minutos, y gracias a la misma no hubo que lamentar daños en vehículos ni mobiliario urbano cercano.

En las últimas semanas se han producido varias quemas de contenedores en los alrededores de la calle Aragón, concretamente en la calle Marian Aguiló. El último, en la calle Bartolomé Torres, en la madrugada del pasado domingo, en torno a las 06.00 horas. Este martes por la tarde fue puesto a disposición judicial en los juzgados de Vía Alemania. Después ingresó en prisión, eludible con una fianza de 100.000 euros.