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Un hombre de 38 años buscado por la policía para entrar en prisión por asuntos de drogas y en proceso de divorcio de su pareja mató este domingo en Aranjuez (Madrid) con una escopeta a una de sus cuñadas, de 35 años, y ha dejado en estado crítico a otra cuñada y a su suegra.

El homicida, que fue detenido poco después por la Policía Nacional, actuó por despecho porque su mujer, con la que tiene cinco hijos, le había dejado y, según los testimonios recabados entre los allegados de la pareja, culpaba a su familia política de esa situación.
Esta es la principal hipótesis con la que trabaja la policía, según han confirmado a Efe fuentes de la investigación.

Al autor de los disparos, J.M.J., de 35 años, se le imputa un delito de homicidio y dos de lesiones por herir a otra cuñada y a su suegra, aunque esta calificación puede variar dependiendo de la evolución de las víctimas, ha confirmado la Jefatura Superior de Policía.

El arrestado, que permanece en dependencias policiales, tenía una orden de detención e ingreso en prisión por parte de la Audiencia Provincial de Madrid y cuenta con antecedentes por tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas.

Según las primeras pesquisas, el ahora arrestado disparó sobre las diez de la noche del domingo desde su ventana de la calle Victoria Kamhi a la que hasta hace poco era su suegra, que vive cerca, y a dos de sus cuñadas que la acompañaban.

La mujer de 35 años recibió un tiro en el pecho y falleció a pesar de las maniobras de reanimación que le practicaron sanitarios del servicio regional de urgencias (Summa-112).
Su suegra, de 50 años, recibió un disparo en la pierna izquierda y fue trasladada estable al hospital 12 de Octubre, mientras que la segunda cuñada, de 23 años, recibió también disparos en el abdomen y fue trasladada por familiares al hospital del Tajo, donde llegó muy grave y fue derivada al 12 de Octubre. La dos mujeres heridas están en estado crítico, según fuentes hospitalarias.

El presunto autor de los disparos se atrincheró durante un tiempo en su vivienda, de la que se negaba a salir, hasta que fue convencido por teléfono desde la sala del 091. Entretanto, comenzaron a arremolinarse en la calle familiares y amigos de las víctimas, que insultaron y amenazaron al supuesto homicida y a su familia.

La tensión que se mascaba en el barrio de la ciudad ribereña hizo necesaria la presencia de agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP, antidisturbios), han indicado fuentes policiales.

Un coche patrulla permaneció allí durante toda la noche para evitar incidentes.
La alcaldesa de Aranjuez, Cristina Moreno, ha pedido este lunes una reflexión sobre si este tipo de sucesos deberían tipificarse como violencia machista, tras participar en un minuto de silencio en repulsa por el crimen.

La regidora ha añadido que en el Consistorio no tiene constancia de denuncias previas contra el presunto agresor y que no se habían puesto en contacto con los servicios sociales municipales.

Una vecina del bloque en el que ha ocurrido el suceso, María José, ha explicado que el presunto agresor llevaba viviendo en ese piso desde hacía unos tres meses, cuando su mujer se separó de él, y él y dos de sus cinco hijos se trasladaron a vivir con sus padres. Otra hija del matrimonio ya se casó y otras dos viven con unos tíos.

Esta vecina oyó anoche lo que creyó que era un petardo y al salir al balcón vio que una de las víctimas tenía los brazos levantados y miraba hacia la ventaba del hombre, que sacó una escopeta con la que disparó a la mujer. Ya no vio más porque entró para llamar a la policía.

Antes le había visto «mal», como si hubiese bebido o hubiese tomado alguna droga, ha relatado esta vecina, que como otras de la zona estaba visiblemente afectada.