La titular del juzgado de instrucción número 7 de Manresa, en funciones de guardia, ha decretado este martes prisión provisional comunicada y sin fianza por un delito de agresión sexual para los cuatro acusados de violar a una menor en este municipio el pasado fin de semana.
Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), la juez así lo ha decretado al considerar que existe un alto riesgo de fuga, de reiteración delictiva y de represalia contra la víctima después de haberlos citado a declarar.
Tres de los detenidos se han acogido a su derecho a no prestar declaración, mientras que el cuarto sí lo ha hecho y ha contestado a las preguntas de todas las partes.
En la jornada de hoy ha declarado también la víctima, una chica de 17 años, que lo ha hecho acompañada de una psicóloga del Servicio de Emergencias Médicas después de que denunciara ante los Mossos d'Esquadra haber sido violada por cuatro jóvenes de unos veinte años de edad.
En su auto, la juez asegura que la menor «manifestó verbalmente y de forma clara que no quería mantener relaciones sexuales» con sus agresores, «pidiéndoles que parasen e intentando apartarlos sin conseguirlo», motivo por el cual la Fiscalía pide investigarlos por un delito de agresión sexual.
La violación, a diferencia del abuso, implica el uso de violencia o intimidación y supone penas mucho más elevadas de modo que, tal como recoge el auto, para el Ministerio Público la existencia de varios jóvenes de mayor complexión y edad son motivos que así lo justificarían dado el «estado de vulnerabilidad de la víctima».
La Fiscalía considera, además, que «cada presunto autor realiza este delito directamente sobre la víctima y actúa como cooperador necesario en relación a los tres restantes», por lo que -continúa el auto- «valora la intimidación/violencia empleada por los investigados para vencer cualquier resistencia de la víctima».
La juez también argumenta su decisión alegando que la joven siempre ha mantenido la misma versión «coherente» de lo sucedido, siendo «persistente en la incriminación de los presuntos hechos punibles» y era «consciente de todo lo que pasaba», pudiendo «observar los rasgos físicos de cada agresor».
Afirma, por otro lado, que los acusados no han aportado «argumentos en su defensa o versiones alternativas a la sostenida por la supuesta víctima» y podrían volver a cometer los mismos hechos.
«Debido a la gravedad de la pena a imponer y que ninguno de los cuatro investigados tiene arraigo efectivo en nuestro país, ni medios de vida conocidos, cabe valorar el alto riesgo de fuga», afirma la magistrada, cuya medida persigue también evitar «futuras represalias contra la perjudicada» por parte de los imputados, de origen magrebí.
Asimismo, la jueza destaca el riesgo de reiteración delictiva debido a que los agresores «podrían ser» consumidores de drogas, lo que conllevaría «una alteración de los comportamientos» y residen «en un espacio sin luz y abandonado, idóneo para la comisión de este tipo de hechos con mayor impunidad».
La agresión sexual se produjo el pasado domingo alrededor de las cuatro de la madrugada en un piso del centro histórico de Manresa y coincidió con el juicio celebrado el lunes en la Audiencia de Barcelona contra seis sospechosos de haber violado en grupo a otra menor durante un «botellón» en una nave abandonada de la misma localidad en 2016.
Las pesquisas comenzaron después de que la joven, que tuvo que recibir asistencia médica en un centro hospitalario, contactara con el teléfono de emergencias 112 para pedir ayuda con el móvil de uno de sus agresores, el mismo que fue detenido por la policía como propietario del teléfono, dado que los otros tres fueron identificados por la víctima espontáneamente en la calle.
Tras pedir socorro, la joven se dirigió a los Mossos d'Esquadra para relatarles lo sucedido y formalizar su denuncia, lo que sirvió para que se abrieran diligencias.
En el marco de esta causa, los cuatro acusados enviados a prisión, que han necesitado de la ayuda de un intérprete durante la declaración, pasaron esta mañana a disposición judicial tras ser conducidos por la policía ayer lunes al piso donde supuestamente cometieron la violación, en el que permanecieron una media hora.
El inmueble está ubicado una zona en la que se encuentran varios edificios ocupados y semiderruidos, por lo que la policía catalana también investiga si el domicilio estaba ocupado ilegalmente, como es el caso de varios pisos vecinos.
Por otro lado, esta tarde, sobre las 20 horas, los vecinos de Manresa han convocado una concentración para apoyar a la joven, a la vez que el Ayuntamiento ha anunciado un plan de choque para eliminar la conflictividad en la zona de la calle Aiguader, en el barrio de las Escodines, donde se produjo la violación grupal.
3 comentarios
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Si lo de menas es menores no acompañados, no deben serlo, porque los han mandado a la cárcel. Está claro que son mayores d edad.
¿Qué más da de dónde sean?, son violadores, delincuentes, escoria humana. En su país las cárceles no son de broma y saben que en España es otra cosa. Por eso vienen aquí a dar rienda suelta a sus deseos. Pero esto se tiene que acabar, porque en los últimos años han ido aumentando progresivamente las violaciones grupales.
Por fin ya sabemos de donde son, menas.