En una nota de prensa, la Guardia Civil ha explicado que tras lo ocurrido, que creó gran alarma social en la localidad, dio comienzo a la operación 'SENESBAR', una «compleja investigación» cuyo objetivo ha sido el esclarecimiento de los hechos.
Ha sido dirigida y coordinada por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Huesca, con especial relevancia del Laboratorio de Criminalística y el Equipo de Delitos contra las Personas de la misma Comandancia.
Desde el primer momento, a la vista de la complejidad del suceso y con los indicios recabados, se trabajó con diversas hipótesis. Para el proceso de investigación de todas y cada una de ellas, se ha contado con la colaboración de los «mejores especialistas» del Departamentos de Biología y Química y del Equipo Central de Inspecciones Oculares del Servicio de Criminalística Central de la Guardia Civil en Madrid.
Estos agentes están especializados en la recogida de indicios de escenas complejas, contando también con la asistencia del Servicio de Análisis de Conducta Delictiva.
En el transcurso de la operación, se han procesado cientos de indicios, que tras su análisis y valoración por parte de los investigadores de la Guardia Civil de Huesca, han llevado a la conclusión de que, en principio, en el suceso no hubo participación de terceras personas ajenas al matrimonio.
Se trataría entonces de un caso de violencia de género, habiéndose quitado la vida posteriormente una de las víctimas. La totalidad de las diligencias practicadas durante el transcurso de estos meses de investigación por parte de la Guardia Civil han sido remitidas al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Barbastro, competente en este asunto desde el inicio de la investigación.
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