Agentes del Cuerpo Nacional de Policía procedieron el pasado lunes al arresto de un matrimonio musulmán por los delitos de malos tratos en el ámbito familiar, maltrato infantil y lesiones.
Hace unos días, los educadores y el personal facultativo del PAC de Escola Graduada de Palma dieron las primeras señales de alarma. Acto seguido, técnicos del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) emitieron un contundente informe y los hechos fueron puestos en conocimiento de las autoridades judiciales y de la Policía Nacional.
Ambas menores, de 12 y 14 años, presentaban signos de haber sido agredidas. Además, una de las víctimas reconoció ante los educadores y técnicos las continuas agresiones recibidas por parte de su padre, así como la permisividad de su madre por negarse a llevar el velo y practicar la religión musulmana.
Una de las menores presentaba heridas en la espalda. Resulta que, según fuentes próximas al caso a las que ha tenido acceso Ultima Hora, el padre utilizaba el cable del cargador del teléfono, e incluso su propio cinturón, para dar latigazos a las pequeñas y enseñarles a ir «por el camino correcto». Las hijas declararon que su progenitor siempre les decía que «tenéis que llevar el velo y la vestimenta como vuestra madre». Cuando éstas se negaban, el padre se enfurecía y daban comienzo las agresiones. La madre, que presenciaba esta violencia, no hacía nada para tratar de detener al marido.
Del mismo modo, las investigaciones y las testificales de las menores apuntan a que la pareja ya tenía todo preparado para que, en cuestión de meses, una de las niñas viajara hasta Guinea, donde debería contraer matrimonio con un hombre, tal y como habían pactado las familias. El matrimonio fue puesto este martes a disposición judicial.
Declaración de las menores
Las menores, de 12 y 14 años, prestaron declaración en sede policial, judicial y ante los educadores sociales. Su relato siempre fue estructurado y no entraron en contradicciones.
Las menores sostienen que para su padre es «muy importante la religión musulmana y que las mujeres lleven el velo». El hiyab es considerado por los musulmanes como el símbolo de religión y feminidad. Este velo oculta el cabello, las orejas y el cuello de las mujeres. Su tamaño y color depende de las costumbres de cada comunidad o país.