Así consta en la denuncia que los padres del menor han interpuesto ante el Juzgado de Instrucción número 10 de Madrid, representados por Carlos Sardinero, que colabora con la Asociación El Defensor del Paciente, por un presunto delito de homicidio por imprudencia profesional grave, denuncia que ha adelantado este martes el diario El Mundo.
El bebé, que en noviembre de 2018 había sido sometido a un trasplante de corazón, necesitaba 100 miligramos de micofenolato, un fármaco inmunosupresor que se emplea para el tratamiento de pacientes trasplantados, pero se le administró un gramo, diez veces más.
Como consecuencia del «error» -que, según la denuncia, se admite como tal en la historia clínica del paciente en varias ocasiones- el bebé falleció días después por necrosis intestinal, a pesar de los intentos de los médicos de revertir los efectos de la sobredosis.
El Juzgado investiga si fue el médico quien prescribió la dosis incorrectamente o la enfermera quien la aplicó de forma indebida.
La asociación El Defensor del Paciente lamenta que por parte del Hospital Gregorio Marañón «no se haya ofrecido una explicación a los padres y, fundamentalmente, que no hayan aportado ayuda psicológica para ayudarles a superar este duelo».
Desde el Gregorio Marañón y la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid han rehusado hacer declaraciones, y han reiterado su máxima voluntad de colaborar con la justicia durante la instrucción de la causa, hasta que se dirima cualquier tipo de responsabilidad.
2 comentarios
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Durante algunos años tuve que iniciar expedientes en temas sanitarios. En general ningún profesional quiere dañar, al contrario quiere beneficiar. Personalmente era benévolo ante el error y no ante la falta de asistencia. Los errores existen, según datos ingleses y solo en medicación, hace unos años un 12 % en hospitales, alrededor de un 4% en asistencia primaria y algo menos de un 1% en farmacia. Pero cuando estos son graves y provocan efectos letales son aparentes. Pero se va mejorando en seguridad. Hay que recordar siempre que cualquier práctica es relativamente segura solo si se siguen las instrucciones correctas en su administración ante un diagnóstico correcto, una indicación adecuada y una administración precisa.
Que pena, esto no debería de pasar, ya se que todos somos humanos pero en estos casos donde nuestra vida esta en manos de otros debería de haber muchiisima mas preocupación. No es justo ni aceptable que sucedan estas cosas que son bastantes mas frecuentes de lo que pensamos y lo digo porque vivi una experiencia fatilica con una hija , gracias a dios no paso nada pero podía haber pasado si yo no hubiera estado pendiente. Mi mas sentido pésame a la familia y que pague quien sea el responsable de esta barbaridad.