Tras el fallo del jurado, ahora será un magistrado-presidente del tribunal el que fije la pena y los delitos para el acusado, un hombre de 30 años y de nacionalidad rumana.
Los hechos se remontan al 12 de noviembre de 2017, en el domicilio familiar de la calle Padre Castell de Alzira, donde el acusado y su pareja convivían junto con la hija de ésta de dos años. Asimismo, vivían con ellos dos compatriotas a quienes les habían alquilado dos habitaciones.
Ese día, en un momento en el que no había nadie más en la vivienda, el hombre se dirigió a la habitación en la que estaba durmiendo la pequeña, nacida en 2015, y la degolló con un cuchillo de cocina que portaba.
Como consecuencia, la niña falleció por hemorragia aguda debido a una profunda herida cervical. Según declaró probado el jurado, el hombre degolló a la menor de manera consciente y con plena voluntad e intención de acabar con su vida. Y lo hizo, según el jurado, con la finalidad de causar un menoscabo psíquico grave y un perjuicio irreparable a su esposa y madre de la menor, después de que ésta le comunicara su intención de divorciarse.
Tras lo sucedido, la mujer sufre un trastorno de estrés postraumático y síndrome de duelo y precisa para su sanidad de tratamiento psiquiátrico y psicológico.
El hombre, después de acabar con la vida de la pequeña, se tiró por el balcón de la vivienda y cayó sobre un vehículo que había en la calle. El jurado no dio como probado, tal y como reclamaba la defensa, que el acusado actuara así ese día mientras sufría un brote psicótico.
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