El sospechoso de la muerte de Marta Calvo, Jorge Ignacio P.J., de 38 años, a su llegada al Juzgado 6 de Alzira (Valencia), que se encargará de la instrucción del sumario sobre los hechos. | Efe
Manuel, Valencia08/12/19 9:17
Jorge Ignacio Palma, que se encuentra en prisión provisional, comunicada y sin fianza desde el pasado jueves, en una causa abierta por un delito de homicidio, se encontraba en libertad provisional cuando desapareció la joven Marta Calvo el pasado 7 de noviembre, según publica el diario Las Provincias en su edición de este domingo.
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Tan fácil como ir a firmar al juzgado cada día, hacerles entrevistas todos los meses y tener un cuerpo que únicamente se dediquen a dar caza (nada de detener) a individuos así a la mínima que se pasen de la raya. Son medidas que establecerían un control contínuo para aquellos que (y el estado lo sabe) tienen un gran potencial para perjudicar a toda la sociedad. Señores vida solo hay una y gente con este perfil solo merece estar más que controlada.
Con esta gente no hay que andar con paños calientes, hay que tener acuerdos con sus países de origen para expulsarle y que cumplan la condena en las cárceles de su país que es lo que temen.
Vamos a tener que empezar a cascar a jueces para que se enteren de lo hartos que estamos de su inutilidad.
Extranjero que se encuentra en situación ilegal y, además, delincuente. En cualquier país civilizado se le expulsa. Lo mismo que habrían hecho en Amërica con nuestros abuelos que emigraron allí si se hubieran encontrado en la misma situación. Aquí se rasgan las vestiduras porque un partido que propone estas medidas tiene 52 diputados en el Congreso.
Habrá que procesar al sr.juéz que indicó la "libertad provisional" de este sujeto, como colaborador del delito cometido. Evidentemente porque no era un familiar suyo,de haberlo sido estaría en la cárcel sin fianza .¡Hasta ahí podíamos llegar¡
Este sujeto ya conoce el principio básico del depredador que le tiene tomada la medida a nuestro maravilloso estado de derecho en versión progre: sin cadáver no hay autopsia de la que se deriven pruebas incriminatorias. Se entregó a la policía, fríamente, cuando estuvo seguro que su macabra y tétrica labor de ocultamiento estaba concluida. Aquí todo el mundo tiene garantías menos las víctimas.
Si es cierto lo que cuenta este elemento, esa forma de actuar deja muy claro que esto ya lo había hecho antes. Cuando se produce una muerte no planeada, por una pelea, o una sobredosis, la primera reacción puede ser deshacerse del cuerpo, si se tiene un vehículo, y abandonarlo en un lugar lejano o de difícil acceso, o hasta enterrarlo. Pero lo de descuartizarlo, se requiere muchísima fuerza, herramientas, y diversos desplazamientos. Esto hace pensar que este tipo ya tenía alguna experiencia en esta clase de 'trabajos'. Y yo me pregunto,¿A que clase de alimañas se está facilitando la entrada y residencia en España?