El juez Enrique Morell, en una imagen de archivo. | Redacción Sucesos

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El juez Enrique Morell seguirá al frente de las principales piezas en torno a la Policía Local de Palma y al empresario Bartolomé Cursach. La Audiencia ha rechazado el incidente de recusación que habían impulsado las defensas de varios imputados. Estos se basaban en que el magistrado había perdido la apariencia de imparcialidad después de que manifestara tener una amistad íntima con el juez Manuel Penalva y la antigua inspectora del Grupo de Blanqueo.

Ambos están investigados por supuestas irregularidades en la instrucción de la macro causa si bien, como el primero está aforado espera a que el asunto se eleve al Tribunal Superior. La Audiencia señala que, aunque Morell sea amigo del anterior instructor, su tarea no es revisar su trabajo «ni revocar resoluciones ya dictadas».

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También rechazan los magistrados que a Morell le afecte la amistad con Penalva porque éste no es parte en los procedimientos que tiene que instruir: «Tampoco advertimos que los hechos manifestados dispongan de relevancia alguna para fundar la pérdida de apariencia de imparcialidad».

Tras la marcha del juez Miquel Florit, que había sustituido a Penalva cuando éste sí fue recusado, la causa quedó dividida entre tres magistrados: Antoni Garcias, Enrique Morell y Carmen Abrines. Al segundo le corresponden las piezas más importantes en torno a Cursach.