El 18 de junio de 2017 Última Hora desvelaba que la testigo clave del caso Cursach, la conocida como madame, no era en absoluto fiable y había incurrido en trece contradicciones muy graves en una de sus declaraciones. La primicia sentó muy mal a los investigadores, que intentaron desesperadamente contrarrestarla. Fue el principio del fin para ellos. Luego llegarían los WhatsApps, también desvelados por este diario, que dinamitaron la causa.

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Los dos últimos informes de la Policía Nacional en torno a la instrucción del ‘caso Cursach’ evidencian que aspectos clave de la macroinvestigación se basan en datos falsos. Mentiras de testigos, algunas de ellas intencionadas y otras provocadas, fueron la base de las fiestas sexuales que acosaron a los políticos José María Rodríguez y Álvaro Gijón y un eje clave contra el empresario Bartolomé Cursach. Estos dos informes hacen tambalear la causa y dejan en manos de la Fiscalía Anticorrupción la difícil tarea de deslindar qué prueba se puede salvar y quién afrontará un juicio.

1. La madame ni siquiera fue responsable de un burdel

La madame es la testigo que hace saltar el caso tras su irrupción. Ahora resulta que ni siquiera fue responsable de un burdel en Palma, al menos en los años que ella decía, entre 2014 y 2016. El piso estaba vacío esos años y, al menos desde 2015, el Grupo de Blanqueo tenía indicios de que era así porque investigó a un policía local por hacer fotos eróticas. Sin embargo esos datos fueron orillados: la madame aportó una supuesta agenda que ahora se revela falsa y decía que contenía notas de su socia, llamada Alicia. Esa mujer falleció en 2012. Tras meses de mantener esa versión, cuando se demostró ese dato, la madame intentó salir por peteneras y decir que era otra Alicia. Nunca apareció.

El diario digital ‘Público’ difundió un vídeo de la madame a cara descubierta en el que fabulaba con el juez y policías de Blanqueo del ‘caso Cursach’.

2. Ningún sicario agredió a la testigo protegida 31

La misma testigo protegida 31 denunció que dos sicarios la habían dado una paliza en la puerta de su casa. Aportó fotos de esa agresión con sangre y un moratón en la pierna. El juez Penalva y el fiscal Subirán emplearon ese dato para prolongar prisiones preventivas y refrendar la existencia de una mafia. No hubo tal agresión. Los inspectores han acreditado que fue un accidente doméstico en otra vivienda.

3. Paellas de coca en el torneo de pádel

Según la madame, Álvaro Gijón esnifaba de una paella llena de coca en un torneo de pádel que ella organizó y que, según su versión, derivó en una bacanal. Los inspectores han interrogado a las azafatas que la misma testigo 31 contrató: ni sexo ni drogas, un torneo normal. De hecho, no existe dependencia donde cupieran esas paellas de coca.

En la fotos superiores, el fiscal Subirán y el juez Penalva; debajo, los testigos dudosos ‘El Ico’ y el 29.

4. La prostituta que perdió el bazo en una orgía

Fue uno de los detalles que apuntalaban el salvajismo de las supuestas orgías a las que se invitó a José María Rodríguez por parte de un empresario es que una de las mujeres salió de allí con el bazo roto y fue auxiliada por la madame. Son Espases ha acreditado que ninguna brasileña ha sido atendida por esa lesión desde al menos 2005.

5. El bolso de Loewe regalado por un jefe policial

La madame afirmó que el exjefe de la Policía Local, Joan Miquel Mut, le había regalado un bolso de Loewe por sus favores. La propia empresa ha desmentido esa venta.

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6. Chaperos de ‘casa Alfredo’ en la agenda del burdel

La agenda que supuestamente demostraría la versión de la madame y que ella misma aportó contiene datos que son flagrantes mentiras. Incluye, por ejemplo, que llamaba a chicos de ‘casa Alfredo’. El problema es que ese local fue clausurado en 2008 tras el escándalo de la tarjeta de Rodrigo de Santos. Por lo tanto, no pudo suministrar chicos para orgías en la década siguiente.

José María Rodríguez y Álvaro Gijón siempre negaron las durísimas acusaciones contra ellos en el ‘caso Cursach’.

7. Amenazada por dos inspectores

Fue la primera mentira de la madame que quedó acreditada: denunció a dos inspectores de la Policía Nacional por intentar extorsionarla. Se demostró que ni siquiera se encontró con ellos. La presión que notó entonces llevó a que entregara los WhatsApp del juez Penalva y reventara el caso.

8. Fiestas con menores pagadas por Cursach

Las madame aludía también a orgías con menores y políticos pagadas por Cursach. Varios testigos desmienten ahora ese relato y limitan lo ocurrido a partidas de póker periódicas organizadas en casa del empresario, en las que su mujer aparecía a menudo para saludar.

9. El asesinato con drogas de un empleado

Cursach ingresó en prisión investigado, entre otros delitos por dos homicidios. Sobre uno de ellos, los informes policiales ponen de manifiesto que se trató de una muerte natural. Han interrogado a la familia del fallecido y reconstruido el deceso.

10. Los sobres de los comisarios

Fue uno de los detalles más raros que dio la madame. Dos comisarios de la policía local -Mut y Vera- que cobraban sobornos en sobres en una mesa en la que les acompañaban dos chicas de compañía. Era inverosímil y empeoró cuando la testigo fue incapaz de precisar que Antoni Vera está cerca del metro noventa de altura. Ahora, el informe policial desvela que fue aleccionada.

11. La irrupción en la causa de la testigo

Los informes ponen de manifiesto que mintió sobre una reunión con la familia de Cursach, que promovió ella y no el sobrino y el hijo del empresario.