Los hechos ocurrieron en la prisión de Palma. | Alejandro Sepúlveda

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Un preso ha sido condenado a seis meses de cárcel por dejar cojo a otro tras una paliza en el comedor del centro penitenciario de Palma en verano de 2017. El agresor indemnizará a la víctima con 21.153 euros por las graves lesiones.

La agresión tuvo lugar sobre las 13.00 horas del 11 de julio. La sentencia declara probado que el acusado dio un guantazo al otro recluso, lo tiró al suelo y le pateó una rodilla.

Secuelas

La víctima sufrió heridas en el rostro, un derrame articular de la rodilla derecha y una fractura de la tibia derecha. El herido, que se desplaza en muletas, precisó de tratamiento quirúrgico y ejercicios de rehabilitación. Las lesiones tardaron 99 días en curar y como secuelas presenta material de osteosíntesis en tibia o peroné y atrofia en el cuádriceps y en la musculatura de la pierna derecha, además de una cicatriz de 15 centímetros en la rodilla.

El agresor, en el juicio, negó los hechos. El perjudicado contó que el sospechoso le dio un guantazo porque no quiso decirle dónde estaba su compañero de celda. Le agarró por detrás y lo tiró al suelo, donde le pateó hasta que acudió un compañero y se lo quitó de encima.

Los funcionarios de la prisión de Palma explicaron que entraron en el comedor tras observar un tumulto y encontraron a la víctima con un golpe en la cara y lo trasladaron a enfermería.

El afectado, asistido por el abogado Toni Tugores Ramis, identificó al agresor y después los trabajadores del centro penitenciario comprobaron las imágenes registradas por las cámaras del comedor.