Imagen de archivo del incendio. | Vasil Vasilev

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La Audiencia de Palma ha condenado al acusado de causar el incendio de la Serra de Tramuntana del verano de 2013, el mayor registrado en la historia de Baleares, a dos años, seis meses y un día de prisión, 5 años de libertad vigilada y a indemnizar a los perjudicados con alrededor de 7,2 millones.

El tribunal considera probado que, el 26 de julio de 2013, el acusado esparció restos de una barbacoa sin extinguir del todo y acumulados en una carretilla, en un montón de restos de poda de una finca situada en la ladera de la montaña de Sa Coma y Can Curt, en Andratx, y abandonó el lugar.

La poda combustionó y el fuego afectó a la masa forestal colindante. El incendio se propagó «con gran virulencia» por el abundante combustible ligero existente, a lo que contribuyeron la temperatura cercana a 38 grados, la humedad relativa de en torno a un 35 % y el viento de 9m/segundo, y no fue extinguido hasta el 30 de julio.

Afectó a la zona suroeste de Mallorca donde quemó 2.347 hectáreas de los municipios de Andratx, Estellencs y Calvià, de los que 1.278 eran hectáreas protegidas del Paraje Natural de la Serra de Tramuntana, y otras zonas estaban protegidas como Lugar de Interés Comunitario (LIC). Del terreno afectado, 2.246 hectáreas son privadas (correspondientes a 841 parcelas) y unas 160 públicas.

A consecuencia del incendio tuvieron que ser evacuadas o desalojadas unas 750 personas, de las que ninguna resultó herida.

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La sección segunda del tribunal provincial ha condenado al acusado por un delito de incendio por imprudencia grave con peligro para la vida o integridad física de las personas, con la circunstancia eximente incompleta de trastorno mental, por «la evidente enfermedad mental de larga duración» que padece y que le impidió prever los resultados de su conducta.

La sala segunda de la Audiencia de Baleares ha fijado la condena en 2 años, seis meses y un día de prisión, así como 5 años de libertad vigilada «como medida de seguridad» a ejecutar una vez cumplida la pena de prisión, «para la protección del propio acusado y de las consecuencias que pudieran tener sus actos futuros», señala la sentencia.

El tribunal encomienda dicha vigilancia a la Fundación Deixalles que ya se encarga del control del procesado, atendiéndole en sus necesidades básicas y en su tratamiento psiquiátrico.

La libertad vigilada consistirá en la prohibición de realizar barbacoas o de participar en las mismas, la obligación de participar en programas formativos sobre el medio ambiente y los riesgos del fuego en determinados parajes y bajo determinadas condiciones, y en la obligación de seguir tratamiento médico.

En cuanto a la indemnización fijada, es para siete particulares perjudicados que reclaman, así como para la Conselleria de Agricultura Medio Ambiente y Territorio, en unos 4,3 millones, por el coste de los medios aéreos y terrestres empleados en la extinción y de la reposición de los terrenos arbolados afectados y la restauración de la zona. Alrededor de 1 millón son para el departamento de Carreteras del Consell de Mallorca por los desperfectos causados y unos 99.000 para el Ayuntamiento de Andratx, entre otros