Los participantes no guardaban ningún disimulo y al llegar los agentes escucharon música a alto volumen. | Redacción Digital

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Agentes de los Mossos d'Esquadra han denunciado administrativamente a once personas, de entre 21 y 27 años y de nacionalidad española, por incumplir las normativas de prevención de contagios al participar en una fiesta privada, sin mascarillas ni distancias, y además, han denunciado penalmente a dos de ellos por mostrar actitud hostil contra los agentes, llegando uno de ellos a ser golpeado.

Eran las dos de la mañana en la calle Cendra de Ciutat Vella (Barcelona) cuando un grupo de personas aporreaba la puerta del aparcamiento de un edificio. Era el poco depurado santo y seña para acceder al interior. Allí se celebraba una fiesta clandestina, con bebidas alcohólicas y ningún tipo de medida de prevención ante la situación sanitaria creada por el coronavirus.

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Los participantes no guardaban ningún tipo de disimulo y al llegar al lugar dos dotaciones de los Mossos escucharon claramente la música a alto volumen en el interior del local.

Al acceder al mismo los agentes sorprendieron a un grupo de diecisiete personas. Al informarles que serían denunciados por incumplir las normas vigentes de salud pública los jóvenes, en actitud hostil, los han empezado a increpar. Uno de ellos ha ido más allá y ha golpeado a un mosso mientras otro se ha resistido activamente. A estos últimos se les imputa atentado y resistencia a los agentes.