El futbolista del Eibar Sergi Enrich (c) y los ex jugadores del equipo guipuzcoano Antonio Luna (d) y Eddy Silvestre (i), durante el juicio. | Gorka Estrada
El Ministerio Fiscal y la acusación particular han rebajado de cinco a dos años su petición de prisión para los futbolistas Sergi Enrich y Antonio Luna por grabar y difundir un vídeo manteniendo relaciones sexuales con una chica, sin el consentimiento de ésta, el 18 de abril de 2016, tras pedir perdón los acusados. Ambos han admitido que nunca tuvieron el consentimiento de la joven para grabar, y que incluso le dieron a entender que habían borrado la grabación, y han aportado una indemnización de 110.000 euros.
Además, solicitan otros dos años de prisión y 30.000 euros en concepto de reparación de daño causado para el también futbolista Eddy Silvestre por difundir el vídeo, que se hizo viral hacia octubre del mismo año en que ocurrieron los hechos.
Enrich, Luna, Silvestre y la víctima han declarado este miércoles, la última a puerta cerrada, en el juicio que se ha celebrado en el juzgado de lo Penal número 3 de San Sebastián y que, tras las pruebas testificales, periciales y conclusiones, seguirá este jueves por la tarde para la presentación de informes.
En la sesión de este miércoles, que se ha prolongado durante unas cinco horas, también han declarado varios testigos, ertzainas y la médico psiquiatra encargada de la pericial psicológica.
La Fiscalía de Gipuzkoa y la acusación particular que ejerce la víctima pedían inicialmente para ambos jugadores, que militaban en el Eibar S.D. en el momento de los hechos, cinco años de prisión por un delito contra la intimidad recogido en el artículo 197 del Código Penal, por grabar unas imágenes sin el consentimiento de un tercero, pena que han rebajado a dos años por el atenuante de reconocimiento de los hechos y petición de perdón público a la víctima. Además, solicitan otros dos años de cárcel para Silvestre por difundir el vídeo. La declaración de la víctima se ha realizado a puerta cerrada.
Enrich ha admitido los hechos, que acontecieron en el que entonces era el domicilio de Luna en Eibar, la noche del 18 al 19 de abril de 2019, cuando ambos mantuvieron relaciones sexuales con una joven y lo grabaron en vídeo con su teléfono de móvil, pese a que la chica les pidió que no lo hicieran.
«No consintió la grabación», ha reconocido, para añadir que ahora «no puede ni mirar» el vídeo, que los acusados han visionado antes del inicio de la vista, porque las imágenes «son duras». Tras pedir perdón a la víctima, Enrich ha afirmado que el día 19 él y Luna mandaron el vídeo a su entonces compañero de equipo Eddy Silvestre, algo que ha calificado como «otro error».
«Era un compañero con el que nos llevábamos muy bien, hacíamos cosas juntos y teníamos esa confianza», ha señalado. Además, ha indicado que posteriormente pasó los vídeos y fotos que tenía en su móvil, que perdió aproximadamente un par de meses después, al ordenador.
El acusado ha incidido en que la víctima manifestó claramente que no quería ser grabada y también ha asegurado que, tanto él como Luna, tuvieron «claro al cien por cien» que quien lo difundió fue Silvestre, que era el único, además de ellos, que lo tenía, según ha explicado.
Por su parte, Luna también ha reconocido los hechos de los que se le acusan y que grabaron el vídeo «sin consentimiento» de la víctima que, además, al día siguiente «pidió que lo borráramos». En este sentido, ha señalado que mantuvieron «una conversación larga al respecto» y le dieron a entender a la joven que lo habían borrado. «Sin embargo, se lo pasamos a Eddy», ha dicho.
Luna ha comenzado a llorar y ha lamentado que no valoraron la opción de que «todo acabara como acabó». «Nunca valoramos la posibilidad de que pudiera acabar así y nunca lo hicimos para hacerle daño, ni mucho menos», ha afirmado, en alusión a la víctima. Además, ha apuntado que tampoco comunicaron a Silvestre que no tuvieran el consentimiento de la chica para grabar el vídeo.
Por su parte, el futbolista Eddy Silvestre ha asegurado que él no difundió el vídeo que recibió, no recuerda bien si en un mensaje privado de whatsapp de Enrich o en alguno de los grupos en los que participaban. Además, ha señalado que no le sorprendió porque Enrich «solía mandar ese tipo de vídeos, él ligaba mucho y mostraba sus ligues». «Tenía muchísimos vídeos de él, porque se exhibe, pero los borré porque tengo pareja», ha reiterado.
Según ha relatado, cuando lo recibió ni lo visionó porque «estaba con mi pareja, estaba muy cerca y podía verlo» y lo borró, a lo que ha añadido que posteriormente le llegó a través de otro grupo, en octubre, cuando se viralizó. Además, ha asegurado que nunca le pidieron su teléfono móvil para investigarlo y que entiende a la víctima, pero ha aseverado que no tiene «nada que ver con esto». También ha recordado que en diciembre de 2016 se marchó del Eibar, donde pasó cuatro meses, a Cádiz para jugar allí y ha negado que enviara el vídeo a sus compañeros del equipo gaditano.
Respecto a su relación con los otros dos acusados, ha indicado que era «cordial de compañeros», pero desconoce por qué le mandaron el vídeo, aunque ha repetido que «para Enrich era normal» hacerlo. Tras la declaración a puerta cerrada de la víctima han comparecido varios testigos, entre ellos, un amigo de la víctima que recibió el vídeo en un grupo de whatsapp de su gimnasio, tras lo cual fue al bar donde trabajaba ella para avisarle.
Según ha explicado, en un primer momento pensó que la joven sería «consciente» de lo que estaba pasando, pero no. Tras conocer la noticia, ella llamó por teléfono a Enrich pidiendo «por favor, paradlo, quiero que lo paréis», ha relatado el testigo y después acudió a comisaría para denunciar.
También ha testificado el jugador del Eibar Pedro León, que ha asegurado desconocer quién empezó la difusión del vídeo; el por entonces capitán del equipo armero Daniel García, que escribió por whatsapp a su manager, Ricardo García Vicente, diciéndole que el autor de la difusión del vídeo de sus compañeros era Silvestre. También García Vicente, a través de videoconferencia, ha señalado que habló con su cliente el 5 de octubre de 2016 por whatsapp porque «el tema era muy sonado» y «él como capitán tenía relación con ellos», en alusión a Luna y Enrich.
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A continuación han testificado varios ertzainas que participaron en la instrucción del caso, el joven que compartió el vídeo en un grupo de whatsapp de un gimnasio de San Sebastián por el que le llegó a uno de los amigos de la víctima. En las periciales, agentes de la Ertzaintza han confirmado la no manipulación de los vídeos y audios presentados como pruebas y en la que una médico psiquiatra y psicoanalista que trató a la víctima cuando se enteró que el vídeo se había viralizado ha afirmado que la joven entró en «situación de pánico».
Riesgo de suicidio
Según ha explicado, pudo comprobar que la víctima «no sufría trastorno», ni ningún tipo de «alteración», por lo que «no tenía nada raro», más allá de «un cuadro de pánico, una crisis de angustia muy importante y estrés por el hecho acontecido».
La especialista ha indicado que veía a la víctima, acompañada de familiares, dos veces al día todos los días durante unos dos meses y medio y que quitó el teléfono móvil, «una medida importante», ya que recibía «miles de notificaciones, insultos, etc». «Me daba miedo que hubiera un intento de suicidio», ha confesado.
A su juicio, «cumplía todos los requisitos» para ello, sentía «vergüenza, recibía insultos por notificaciones, descreencia en ellos, escrutinio social por la viralización del vídeo». No obstante, ha asegurado que ella «tenía las cosas muy claras» y «nunca se sintió culpable» de lo acontecido. «Tenía olvidados a estos muchachos y sufrió por su entorno», ha apuntado. Le recetó antidepresivos y antipsicóticos «a dosis muy bajas», así como estar acompañada en todo momento.
La víctima
La chica con la que los jugadores de fútbol Sergi Enrich y Antonio Luna se grabaron un vídeo manteniendo relaciones sexuales siente «alivio y satisfacción» al haber quedado probado que «en ningún momento consintió esa grabación ni su posterior difusión», según ha explicado su abogado, Iñigo Iruin.
En declaraciones a los medios a las puertas de los juzgados de San Sebastián, donde este miércoles ha tenido lugar la primera sesión del juicio contra Enrich y Luna por la grabación y difusión del vídeo, así como contra el también futbolista Eddy Silvestre por presuntamente compartirlo a través de whatsapp hasta hacerse viral, Iruin ha señalado que el primer objetivo de esta vista era «acreditar y probar que tanto la grabación como la posterior difusión se realizaron sin conocimiento y sin consentimiento de la víctima», algo que se ha «conseguido».
En este sentido, ha señalado que «los acusados principales han confesado los hechos y han reconocido que, efectivamente, fue así que no tenían el consentimiento de la víctima».
Iruin ha destacado que, «además de reconocer los hechos», las declaraciones de Enrich y Luna «han permitido averiguar la totalidad de lo acontecido, al señalar de manera inequívoca, de manera rotunda, que la única persona a la que entregaron o cedieron el vídeo fue a Eddy Silvestre» y que, por tanto, «la difusión la produjo él sin ninguna duda».
Sobre el hecho de que la Fiscalía y la acusación particular hayan rebajado de cinco a dos años la petición de prisión para Luna y Enrich, mientras que para Silvestre sería de otros dos años, el letrado ha explicado que, además de la conducta «relevante» de los dos acusados principales en la vista, ambos «previamente al juicio habían consignado para que se hiciera entrega a la víctima una cantidad superior a la que solicitábamos el Ministerio Fiscal y la acusación particular».
«Este tipo de circunstancias hacen que se puedan aplicar determinadas atenuantes», ha indicado, al tiempo que ha manifestado que la Fiscalía ha entendido que «el atenuante a aplicar con el carácter de muy cualificada es la reparación del daño», algo en lo que coincide la acusación particular, que también ha considerado «que se puede aplicar también otra atenuante, que es la de confesión tardía».
A juicio de Iruin, esa confesión tardía en juicio «tiene valor suficiente, porque lo que han dicho es muy relevante y eficaz de cara a determinar la responsabilidad de Silvestre en cuanto a la difusión del vídeo».
«Hemos considerado que era pertinente aplicar esas atenuantes. Eso conlleva que la pena se tenga que rebajar de uno a dos grados. Nosotros la hemos rebajado sólo en un grado, lo que nos podía llevar a pedir una pena de un año y nueve meses, pero hemos considerado que en este caso tendríamos que pedir la de dos años, que no les va a impedir a ellos pedir la suspensión de la ejecución de la pena privativa y no ingresar en prisión», ha indicado.
Preguntado por los periodistas sobre cómo se encuentra la víctima, Iruin ha señalado que «está muy bien». «Ha prestado declaración a puerta cerrada de manera muy coherente y firme, reiterando lo que ya había dicho desde un inicio en las diferentes ocasiones en las que ha prestado declaración», ha señalado.
Además, ha reiterado que «se ha confirmado que cuando se enteró del vídeo e hizo su única llamada telefónica a los acusados y habló con Enrich, él le dijo que sólo lo habían enviado a un amigo, Eddy Silvestre, algo que han ratificado hoy los acusados».
En todo caso, ha apuntado que ella «está bien, han pasado cuatro años, tuvo una fase inicial como es normal con momentos complicados, pero hoy está totalmente recuperada y ha venido al juicio con mucho ánimo». «Está satisfecha porque ha logrado que se reconociera que nunca otorgó consentimiento a la grabación y difusión, algo que le produce alivio y satisfacción», ha finalizado.
5 comentarios
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El problema es que se permutan días de reclusión por euros de indemnización. Debiera ser de otro modo.
Anda, la justicia favoreciendo a futbolistas AGRESORES. Y qué casualidad que les rebajen la pena al tiempo justo para no pisar la cárcel. Si lo llegan a hacer 2 marroquíes aquí habría 300 mensajes pidiendo el voto para vox.
Error! En la última frase quise decir "deberían modificarse"
La ley sobre abusos sexuales (en cualquiera de sus acepciones) debería renovarse. No es lógico que por tocamientos a una niña te condenen a 4 años y por abuso de tu nieta (por poner un ejemplo), te condenen a dos. Es ilógico. Este caso no es una excepción: Es tu palabra contra la mía (acusados y víctima) pero gana ella: 5 años. Cuando por ifin lo reconocen (ya no es tu palabra contra la mía; ya se demuestra su culpabilidad con la confesión) se rebaja la condena 😳. Sé que son subterfugios legales pero no deberían modificarse..
Les han metido un gol por toda la escuadra.