Miquel Arbona fue asaltado y golpeado esta semana en su casa de Sóller. | Aina Borrás

TW
19

La crisis económica que solo acaba de comenzar ha puesto en el punto de mira de algunos delincuentes a los más débiles: los ancianos. La Policía Nacional y la Guardia Civil han detectado con inquietud un aumento de los delitos contra los más mayores, que son víctimas de atracos, robos o estafas en Mallorca.

Las entidades bancarias son algunos de los escenarios que suelen vigilar los ladrones. Algunos optan por entrar en la sucursal, simulando una gestión, y en realidad espían a los ancianos que hablan inocentemente con los empleados.

Seguimientos

De esta manera, escuchan si retiran dinero en efectivo o cuál es el motivo de su visita al banco. Otros hampones, en cambio, se apostan en las inmediaciones del local, en la calle, y luego siguen a los septuagenarios u octogenarios. Las personas mayores, cuando llevan un sobre con dinero en efectivo encima, suelen tocar de forma reiterada el bulto, para asegurarse de que no les ha caído, y ese detalle es una confirmación para los atracadores, que vigilan a la víctima a distancia y la abordan cuando entra en su casa.

Las fuerzas de seguridad también han detectado que en algunos pueblos hay ancianos que en la tertulia del bar comentan detalles delicados, como que tienen dinero guardado en casa «porque no me fío de los bancos». Esas valiosas informaciones, en ocasiones, acaban en manos de bandas de delincuentes, que averiguan dónde vive el propietario y lo visitan en su casa.

La pandemia y sus estragos económicos también ha aumentado las estafas y hurtos contra la tercera edad. Hay profesionales de lo ajeno que se dedican a llamar a las casas haciéndose pasar por revisor del gas y engañan a los ancianos con minutas desproporcionadas.

En cualquier caso, los delitos que más preocupan a la Jefatura y la Comandancia son los asaltos en casas habitadas. Hace poco, un señor de avanzada edad fue torturado por unos menores en su casa de Son Sardina. Esta semana un octogenario de Sóller fue atado y golpeado y le robaron más de 10.000 euros, tras asaltar su finca. El 16 de octubre le robaron la misma cantidad a otro jubilado que sacaba ese dinero del banco en Palma para ayudar a un familiar.