El acusado, de 41 años, durante el juicio celebrado este lunes en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma. | Guillermo Esteban

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Un pequeño incendio destapó un laboratorio clandestino de droga situado en los bajos de un edificio del Rafal Vell, en Palma. La Policía Nacional accedió al interior del local y encontró más de un kilo de DMT, un potente alucinógeno conocido como ‘la molécula de Dios’.

El propietario del establecimiento ha sido juzgado esta mañana en la Audiencia Provincial de Palma y ha aceptado una condena de dos años de cárcel por un delito contra la salud pública. El hombre, de 41 años, deberá pagar una multa de 52.000 euros tras el acuerdo que ha alcanzado su abogado defensor con la fiscal.

La Policía Nacional desmanteló el laboratorio de droga en octubre de 2018. Los agentes llegaron al establecimiento tras ser alertados del incendio. Un vecino explicó que momentos antes había escuchado un estruendo y observó cómo salía humo del bajo y que una persona había huido del lugar.


Los policías entraron en el local y comprobaron que había una fábrica de drogas con todo tipo de utensilios para la confección y adulteración de sustancias químicas y alucinógenos. Los agentes se incautaron de 1.093 gramos de DMT, un compuesto alucinógeno presente en la bebida de ayahuasca, y una pequeña cantidad de anfetaminas. El precio de la droga intervenida tiene un valor aproximado en el mercado ilícito de 52.000 euros.

Los agentes iniciaron una investigación hasta que identificaron al propietario del laboratorio clandestino y lo detuvieron.

Los investigadores llevaron a cabo un registro en el domicilio del sospechoso e intervinieron diversos útiles para la elaboración de sustancias estupefacientes, así como un bote de acetona, mascarillas con filtros para vapores, un bote con 49 cápsulas vacías y una caja con papel secante.