Los hechos se remontan a finales de septiembre de 2018. El perjudicado le pidió un favor a un amigo. Contaba con dinero en efectivo y tenía que hacer una transferencia para pagar una moto que acababa de adquirir, pero no tenía cuenta corriente, por lo que necesitaba la de acusado para realizar la transacción. El procesado le acompañó a la entidad bancaria.
Una vez en el banco hicieron la transferencia, que ascendía a 7.090 euros. Se despidieron en la puerta. Todo había ido sobre lo previsto. O eso al menos parecía. Al cabo de unos minutos el imputado regresó a la entidad bancaria y solicitó cancelar la operación que acababa de hacer a su nombre, sin avisar a su amigo. Retiró el dinero, pero antes hizo una transferencia a su madre de 600 euros.
El perjudicado recibió una llamada del establecimiento donde había quedado hacer la transferencia para adquirir la moto avisándole de que no habían recibido el dinero. Poco después quedó al descubierto lo que había ocurrido.
El imputado admitió los hechos ante la juez de lo Penal 4 y, además de la pena de prisión, que no cumplirá al quedar la condena suspendida por un plazo de dos años, tendrá que devolver los 7.090 euros a su ya examigo.
6 comentarios
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A Kalin: sí no le quería hacer el favor que no lo hubiera hecho. Más vale no tener este tipo de amigos. Esto es gentuza que merece estar solo en la vida.
Este amigo tiene futuro en politica
Quien tiene un amigo, tiene un tesoro.
Pues,haber tenido cuenta corriente a su nombre,no?Claro,siempre necesitamos alguien a quien culpar.
Pues eso con amigos asi..........................
Mallorca esta plagada de listos como este, encima saben de su inmunidad de cara a los juzgados