El acusado, en el juicio celebrado la mañana de este lunes en un juzgado de Vía Alemania. | Guillermo Esteban

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Tenía dos órdenes de expulsión de España, pero no se llegaron a ejecutar por la situación socioeconómica de su país, Venezuela. Un joven ha sido condenado a abandonar España por tercera vez tras tirar por las escaleras a otro en una discoteca de Cala Major y destrozarle el móvil. El acusado, de 24 años y origen venezolano, se ha declarado culpable de un delito de lesiones en el juicio celebrado la mañana de este lunes en un juzgado de Vía Alemania.

El agresor, que se encuentra en situación irregular en España, ha aceptado una condena de dos años y medio de cárcel que sustituirá por la expulsión del territorio nacional durante siete años. Tendrá que indemnizar a la víctima con 9.730 euros por las lesiones, secuelas y el valor del teléfono roto.

La agresión se produjo sobre las 3.00 horas del 20 de agosto de 2018 en el interior de la discoteca Rockefeller's de Cala Major. El acusado mantuvo una discusión con otro joven, de nacionalidad colombiana, y aprovechó un momento en el que le dio la espalda para propinarle un fuerte empujón y tirarlo por las escaleras. La víctima sufrió la fractura del cúbito izquierdo, perdió un diente y tuvo numerosas policontusiones que exigieron múltiples asistencias médicas. Instantes después de la agresión, el procesado le arrebató el móvil y lo arrojó al suelo para pisarlo y destrozarlo.

El perjudicado, que estuvo tres días hospitalizado, tuvo que ser operado y necesitó material de osteosíntesis en el antebrazo izquierdo, así como rehabilitación. Las lesiones del joven tardaron 165 días en sanar y actualmente tiene una limitación en la muñeca izquierda a consecuencia de la agresión que sufrió en la madrugada del 20 de agosto de 2018.