El procesado, este lunes, en una sala de lo Penal de Vía Alemania, donde admitió los hechos. | Juan P. Martínez

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El 24 de agosto del año pasado a las 16.00 horas, la víctima, de 87 años, se encontraba durmiendo la siesta en una butaca en su casa de Son Sardina, en Palma. La entrada de tres jóvenes, dos de ellos menores de edad, en su vivienda truncó su tranquilidad. Le amenazaron y le golpearon de manera violenta para acabar llevándose un botín de 100 euros.

Este lunes, en una sala de lo Penal de Vía Alemania, el único mayor de edad que participó en los hechos, que cumple los 20 años en unos meses, admitió su participación en el suceso y se declaró culpable de un delito de robo con violencia y otro de lesiones menos graves. Por todo ello aceptó una pena de cuatro años de prisión, donde se encuentra desde su arresto el pasado mes de septiembre, días después del asalto.

El procesado reconoció que en compañía de dos menores de edad decidieron entrar a robar en una vivienda de la calle 139. Rompieron los cristales de la puerta de entrada.

Butaca

Una vez dentro se abalanzaron sobre su morador, un hombre de 87 años que se encontraba solo y durmiendo la siesta en un butaca. Empezaron a golpearle en la cabeza a la vez que le exigían dinero. Ante esa situación de violencia el anciano les dio la cartera que portaba encima. El dinero que había, 100 euros, no les bastó. Los asaltantes llevaban una pistola de fogueo y con ella le golpearon en la cabeza para que les entregara oro. La víctima pudo reaccionar y activar el servicio de teleasistencia que tenía contratado. En ese momento los tres jóvenes abandonaron la casa, dejando al hombre sangrando. El perjudicado sufrió un traumatismo craneal a consecuencia de la agresión.

Además de la pena de cuatro años de prisión, el joven tendrá que abonar a la víctima, en concepto de responsabilidad civil 310 euros, 100 por lo sustraído y 210 por las lesiones.

Inicialmente la Fiscalía pedía para el imputado diez años de cárcel.