El acusado, que se encuentra en la cárcel desde entonces, se declaró culpable y aceptó la pena impuesta, a la que se llegó tras un acuerdo de conformidad entre las partes.
Mercat de l'Olivar
El suceso se remonta a la tarde del 22 de diciembre de 2020. Concretamente a las 19.30 horas. En ese momento el imputado, de nacionalidad española, se introdujo en una joyería situada cerca del Mercat de l'Olivar, en Palma. Llevaba un cuchillo en la mano y abordó a la empleada del local, que estaba preparándose para dar por acabada su jornada laboral. El hombre le exigió que le entregara el dinero de la caja y la trabajadora se negó en rotundo a ello. En ese momento el delincuente cogió una pletina con diez pares de pendientes, valorados en casi 900 euros. Pero tampoco se pudo salir con la suya. La mujer forcejeó con él y las joyas acabaron cayéndose al suelo.
Tras esto el hombre se dirigió corriendo hacia la plaza de España, a pocos metros del establecimiento, pero los gritos pidiendo ayuda de la mujer pusieron sobre alerta a los viandantes. Uno de ellos era un policía nacional libre de servicio, que se abalanzó sobre el atracador y consiguió reducirlo. Un operario de la empresa municipal Emaya le ayudó. En su poder le hallaron el cuchillo de 10 centímetros de hoja y cachas de madera.
Cuando llegaron agentes de la Policía Nacional, el procesado empezó a forcejear con ellos para evitar ser detenido. Una vez dentro del coche policial empezó a darle patadas y en las dependencias intentó atacar a los funcionarios.
Conformidad
Inicialmente la Fiscalía solicitaba para el acusado seis años de prisión. El abogado del imputado, Antoni Tugores Ramis, alcanzó un acuerdo con el representante del ministerio público y la pena quedó fijada en dos años y nueve meses por los dos delitos, el de robo con intimidación en grado de tentativa y el de resistencia. La jueza de lo Penal número 7 de Palma dictó sentencia ‘in voce' en el acto.
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Si vivir en democracia es vivir con la inseguridad que vivimos cada día, es vivir con miedo,es vivir aguantando a tanto político inútil que nos roban que nos mienten, en fin es mal vivir, si esto es democracia pues yo no la quiero.