La guerra entre las dos empresas, dedicadas a la distribución de oxígeno y otros gases a presión, arranca en 2012. En ese momento se marchan de la primera de ellas dos de sus comerciales, los acusados. A pesar de que tenían una cláusula de confidencialidad y otra que les imponía un plazo de dos años antes de poder competir con la firma de la que se marchaban, ambos montaron la segunda empresa dedicada a la misma área de negocios. Según consta en los hechos probados de la sentencia, lo primero que hicieron fue contactar con una empresa de la Península, que tenía un pacto de colaboración con su anterior empresa para intentar abrir una nueva línea de negocio sin respetar esos acuerdos.
En paralelo se inició el espionaje a la empresa víctima. Los dos acusados consiguieron acceder al ordenador de otro antiguo empleado y así accedieron a siete cuentas de correo electrónico internas de la sociedad. Se hicieron con 290 archivos informáticos que contenían datos secretos de su competencia. Esa documentación fue encontrada en el disco duro de uno de los ordenadores de la empresa espía durante el registro que un juzgado puso en marcha tras la denuncia de los perjudicados.
Dos absoluciones
Durante la vista, que se celebró el lunes, la Fiscalía y la acusación particular, que ejercía el abogado Francisco Jesús Terrassa Ortuño, retiraron la acusación contra dos acusados más y una de las empresas acusadas. La empresa perjudicada compareció en el juzgado y asumió que daba por íntegramente resarcida con la entrega de dinero por parte de los acusados, lo que saldó las reclamaciones.
De esta forma se rebajan las condenas que solicitaban las acusaciones inicialmente y se reconocen atenuantes por reparación del daño y dilaciones indebidas. La pena de cárcel quedará suspendida durante un periodo de tres años.
Ruptura de un pacto comercial de décadas con un proveedor de la Península
La creación de la nueva sociedad por parte de los comerciales ‘huidos' de la empresa víctima provocó en paralelo la ruptura de un acuerdo de décadas entre los afectados y uno de sus principales suministradores desde la Península. La guerra comercial de ambas sociedades llevó a la interposición de una querella en el año 2013 y a un registro en la sede de los denunciados. La enorme duración de la instrucción de esta causa ha llevado a que se reconozca un atenuante por parte de la Fiscalía.
2 comentarios
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Albert FontAlbert, muchas empresas contratan a personal (en muchos casos recien salidos de la universidad o FP) con un contrato en prácticas con la clausula de no competencia en la que no puedes trabajar en el mismo sector uno o dos años si dejas la empresa. Sin compensación alguna en el salario, sin garantías de que no te puedan despedir y no poder trabajar en lo tuyo por esa claúsula. Es algo aberrante y muy común. Esto debería controlar la consellería y la reforma laboral.
No lo acabo de entender, a ver, si entiendo que acceder a los emails privados es un delito. Pero montar tu propio negocio, aunque sea el mismo que la empresa de al lado no es delito, no? Cuantos bares se habran copiado el modelo de negocio y la metodologia aplicada en el. Lo que creo que también esta prohibido es llevarte clientes, pero hablar con proveedores? Si consigues sacar una mejor oferta, que hay de malo en ello? Hablo desde el desconocimiento.