Los agentes se han incautado de cocaína y marihuana. | Alejandro Sepúlveda

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Diez detenidos y catorce registros domiciliarios es el balance provisional de la operación antidroga que llevó este miércoles a cabo en Palma y Marratxí la Guardia Civil y la Policía Nacional. Los agentes también investigan el blanqueo de capitales de la organización criminal.

Tal y como adelantó en primicia la edición digital de Ultima Hora, sobre las ocho de la mañana la Jefatura palmesana y la comandancia de la calle Manuel Azaña pusieron en marcha la segunda fase de la operación que se inició hace unas semanas en el polígono de Son Castelló, cuando fue desarticulada una banda que robaba coches de lujo.

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Como suele ocurrir en estos casos, el entramado no consistía únicamente en sustraer vehículos de alta gama, sino que el negocio real residía en el narcotráfico y en el blanqueo de capitales. Así pues, los investigadores centraron las pesquisas en estas nuevas líneas y ayer, a primera hora, desplegaron un gran dispositivo en Son Ferriol, Palma y Marratxí. Los agentes utilizaron perros adiestrados en busca de drogas y dinero oculto y en pocos minutos detuvieron, de forma simultánea, a diez sospechosos. También se practicaron catorce registros domiciliarios, que permitieron incautar diversas cantidades de marihuana y cocaína. Una de las inspecciones se realizó en una pastelería y un restaurante de la calle Pascual Ribot, en Palma, de donde los agentes se llevaron once cuadros de dos consagrados pintores.

Ángel, el dueño de los dos conocidos establecimientos, explicó a este periódico que no tenía «ni idea» a que se debía los registros y contó que los funcionarios accedieron a sus ordenadores y se llevaron las nóminas de los empleados.

Los cuadros que intervinieron llevaban colgados en aquellas paredes seis años y eran «donaciones», según especificó el empresario.