Según ha podido saber Ultima Hora de fuentes judiciales, los hechos ocurrieron a finales del mes pasado, cuando un grupo de menores se fugó de un centro de acogida de la Part Forana y se trasladó a Palma. Deambularon durante unas horas por la plaza de España y la Estación Intermodal, donde se concentran los adolescentes que escapan de centros de menores.
Sobre las diez de la noche, la pandilla se trasladó a las inmediaciones del parque Wifi, frente a la Comandancia de la Guardia Civil, en la calle Manuel Azaña. Allí hay un piso okupado que frecuentan algunos chicos conflictivos y al menos tres menores y la víctima entraron en la casa, donde pasaron tres horas.
En ese tiempo, el acusado drogó supuestamente a la niña haciéndole fumar cánnabis. Ella explicó que nunca había tomado un porro y empezó a sentirse mal. Fue en ese momento cuando el mena (menor extranjero no acompañado) de 17 años se la llevó a una habitación y la forzó, consumando la violación. Ella contó que había intentado ofrecer resistencia, pero que tenía las facultades mermadas por la droga consumida. Los otros jóvenes que estaban en la sala declararon que cuando salió del cuarto «estaba muy pálida» y no se encontraba bien, pero sostuvieron que no sabían qué había ocurrido en el interior. La Policía Nacional, nada más interponerse la correspondiente denuncia, buscó al sospechoso, del que tenía su identidad completa. Montó dispositivos discretos en las zonas de Palma que frecuentaba y este lunes pasado fue detenido. Ha reingresado en el centro en el que se fugó tras ser interrogado en la Fiscalía de Menores.
La inseguridad aumenta en el parque frente a la Comandancia benemérita
Desde hace al menos dos años los incidentes en el parque Wifi de Palma y sus alrededores son constantes. Los vecinos se quejan de trifulcas, trapicheo de drogas, agresiones sexuales y una inseguridad que provoca que, de noche, casi nadie se atreva a circular solo por aquellas instalaciones. Al lado del parque se encuentra la Comandancia de la Guardia Civil, y muchos agentes han sido testigos de los desmanes de las bandas juveniles que campan por ese tramo del polígono de Levante.