Un cuidador ha negado en el juicio esta mañana en la Audiencia Provincial que abusara sexualmente de un hombre con síndrome de Down en el polígono de Son Castelló de Palma en febrero de 2017. El acusado, de 57 años, ha explicado que sufre diálisis peritoneal, que le ocasionaba mucho cansancio físico, y que el 1 de febrero de ese año se encontraba descansando con el asiento del coche reclinado. «Llevaba 24 horas con líquido en el estómago, tenía una bomba, y me dormí. El denunciante me despertó cuando vino la policía».
En aquel momento, según el acusado, no sabía por qué lo habían detenido. «Los policías querían saber algo que yo no sabía». Tres testigos relataron a la policía que vieron cómo el hombre forzaba a la víctima para que le practicara una felación. «Es imposible, nunca se me ha pasado por la mente. Yo lo he querido como a un hijo». Los agentes de la Policía Local que acudieron al lugar supuestamente observaron un bulto en la zona genital del sospechoso. «Es imposible. En ese momento llevaba 10 años que no podía tener erección por mis enfermedades», ha insistido el hombre.
La fiscal y la abogada de la defensa han renunciado al interrogatorio de la presunta víctima, de 54 años, por la falta de claridad en sus respuestas. El hombre tiene diagnosticado síndrome de Down severo, ya que presenta un grado de discapacidad del 83,5 por ciento desde 1991.
Una de las testigos ha relatado ante el tribunal de la Sección Segunda que aquel día, sobre las seis de la tarde, salió de trabajar junto a dos compañeras y vieron a una persona con síndrome de Down y a un hombre que le movía la cabeza mientras le practicaba una felación. «Nos pusimos nerviosas y llamamos a la policía. El acusado estaba recostado y le forzaba la cabeza para que siguiera, como si quisiera más y más». La mujer ha declarado que no vio el pene del procesado, pero ha asegurado que se trataba de una felación. «El hombre estaba tan relajado que se asustó cuando llegó la policía».
La Fiscalía reclama una condena de nueve años de cárcel para el acusado por un presunto delito de abuso sexual y una medida de libertad vigilada por un periodo de siete años.