Los hechos sucedieron, a las 18.55 horas del pasado jueves, en un centro tutelado, ubicado a las afueras de la capital balear. La central de emergencias solicitó la presencia de varias dotaciones de la Policía Nacional para tratar de neutralizar una reyerta entre internos, algunos de ellos armados con cuchillas de afeitar y cuchillos.
Nada más llegar, la primera patrulla tuvo que solicitar refuerzos al detectar que los chicos, la gran mayoría argelinos, estaban gritando en árabe, muy alterados y lanzando cuchilladas al aire.Al llegar los refuerzos y acercarse a los dos cabecillas, éstos comenzaron a gritar: «¿O nos dáis el móvil o nos rajamos aquí?».
Cuando los monitores trataban de acercarse hasta su posición, éstos les amenazaban de muerte. En un momento dado, cogieron las cuchillas de afeitar y se comenzaron a rajar los brazos mientras no paraban de gritar y amenazar al resto de compañeros, policías y monitores. Finalmente, los agentes desplazados lograron arrebatarles las armas y proceder a inmovilizarlos.
Con suma celeridad se solicitó la presencia de varias ambulancias del Servei d'Atenció Mèdica Urgent (SAMU-061) para que atendieran a las víctimas. Mientras tanto, los policías trataban de poner calma y esclarecer lo sucedido. Se trata de un centro muy conflictivo donde la presencia policial es constante y donde hace menos de una semana ya se procedió a la detención de otro argelino por intentar matar con un cuchillo a un compañero.
La Policía Nacional detuvo a un chico, de 16 años, acusado de un delito de tentativa de homicidio y lesiones.
Según fuentes próximas al caso, el origen del conflicto fue una disputa por la sustracción de un móvil entre los menores. Cuando los monitores, para zanjar el tema mientras aclaraban lo sucedido, decidieron quitarles el teléfono, dos argelinos de 16 años, cogieron cuchillas de afeitar y un cuchillo y sembraron el pánico en el centro.
Durante varios minutos se vivieron escenas de pánico. Los vecinos de la zona, cansados de aguantar esta situación, contactaron con este periódico para mostrar su indignación. «Cada día están igual. No se trata de ser racistas ni mucho menos, pero estamos desesperados. Llegaron las ambulancias y tuvieron que atender a muchos chicos mientras que la policía trataba de poner orden. Son internos muy violentos y peligrosos y se ríen de los monitores», apuntan los vecinos.
Esta información está elaborada sin facilitar el nombre del centro tutelado ni dar su ubicación para evitar señalar a los menores y docentes que residen en el lugar.