El acusado, ayer, en el juicio en una sala del Juzgado de lo Penal número 5 de Palma. | Guillermo Esteban

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Compraron dos menús para llevar en el McDonalds de la plaza Juan Carlos I, en Palma, y se fueron a cenar a sa Murada. Era el 19 de agosto de 2019. El joven y su amiga se sentaron de espaldas a la Seu, mirando al mar, cuando sobre las 23.00 horas se acercó un hombre con una bicicleta.

«Me señaló una piedra que llevaba en la mano y me dijo que le diera todo mi dinero», recordó este miércoles el chico en el juicio, separado del sospechoso por un biombo para evitar el contacto visual. El atracador le pidió que, además de la cartera, le entregara el teléfono móvil, pero el joven le imploró que no se lo quitara. «Yo le rogué un poco que no se lo llevara y me comentó que se había quedado con mi cara».

La piedra, según explicó el denunciante, era de gran tamaño. «Casi no cabía en su mano», recordó ante la jueza titular del Juzgado de lo Penal número 5 de Palma. El perjudicado, que sintió miedo, explicó que el delincuente se apoderó de 60 euros que no reclama. A pesar de haber transcurrido dos años, aún se acordaba de la forma en la que le asaltó. «Con una mano sujetaba el manillar de la bicicleta y con la otra esgrimía la piedra». El joven y su amiga reconocieron al atracador en una fotografía que les mostró la Policía Nacional.

Preso

El acusado, que se encuentra en prisión, declaró que aquel día se encontraba en el domicilio de su hermana en s'Arenal. «Acababa de salir de trabajar en un hotel». En el turno de la última palabra insistió en su inocencia: «De verdad que esta vez no he sido yo. Todas las veces que me han acusado por algo que he hecho lo he reconocido».

La fiscal pidió tres años y medio de cárcel para el hombre por un delito de robo con violencia o intimidación. La defensa del hombre reclamó la absolución al considerar que no había quedado acreditada la participación del hombre en los hechos.