Las dos denuncias son independientes entre sí. La principal afectada es una mujer que perdió cerca de cien mil euros. La red phising captaba a través de internet capital para una supuesta inversión infalible en bolsa. En un principio, los clientes recibían un pequeño adelanto económico como recompensa a su aportación, lo que reforzaba la credibilidad de la firma y llevaba a que las víctimas pensaran que era una empresa legítima. A partir de ahí se ampliaban los capitales a invertir y entonces el dinero se esfumaba sin posibilidad de reclamación alguna.
A partir de ahí, las víctimas se topan con las dificultades para investigar este tipo de organizaciones. En este caso no se ha localizado a ningún ‘mulo' del dinero: personas que ceden sus cuentas corrientes para que la red lleve a cabo una transacción desde un banco español a cambio de una comisión. Así, los informes policiales en este caso ponen de manifiesto que es imposible dar con los autores reales de la estafa ante la maraña de distintas jurisdicciones internacionales que hay que superar y de dominios a seguir por los investigadores.
La Audiencia ordenó la reapertura de la investigación y ahora los dos denunciantes han ratificado las acusaciones, a la espera de que surjan nuevos afectados o de que se consiga algún hilo por el que dar con algún posible autor o cómplice del delito. De lo contrario, la investigación está abocada a ser archivada definitivamente.
3 comentarios
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Teniendo en cuenta la cantidad de estafas que hay ahora mismo...que creo que nunca había visto tantas, se debe haber corrido la voz de que España es tierra sin ley.
Yo lo que no entiendo es que este tipo de estafas casi siempre acaban igual. Se pierde el hilo de los estafadores, al provenir de Paises x es difícil identificarlos,etc,etc. Mientras tanto si un contribuyente deja de tributar 19 €, Hacienda se le hecha en encima. Resumiendo, o hay desidia en resolver estas estafas o faltan medios tecnológicos para resolverlos y mientras los ciudadanos de a pie somos los que pagamos las consecuencias.
Creerse lo que aparece en Internet ,cuando se habla de entregar dinero, es peligroso. La desconfianza debería ser la regla. De hecho, entregar dinero para que alguien lo invierta y supuestamente produzca, es un acto de fe que muy a menudo queda frustrado. Todo capital que queda sin tu control es susceptible de desaparición.