La alerta llegó poco antes de las cuatro de la tarde cuando un velero de bandera inglesa, el Rainbow que había salido de Palma y realizaba una ruta cerca de Cabrera dio la alarma. Las noticias eran del máximo dramatismo: un naufragio y numerosos cuerpos y salvavidas flotando en el agua; hasta diecisiete cadáveres se llegaron a temer merced a las informaciones recibidas desde el yate. Coincidía con un muy mal día para estos trayectos con el litoral de la Isla, en alerta amarilla por fuertes vientos del norte que generaron olas de entre 2 y 3 metros de altura.
Movilización
La movilización fue instantánea: dos helicópteros, el ‘Helimer' y el ‘Cuco' de la Guardia Civil y dos embarcaciones Salvamar salieron para el lugar, desde Palma y Portocolom. A partir de ahí, durante tres horas, las noticias sobre el número de migrantes encontrados y desaparecidos fue confusa, aunque siempre lejos de la primera alarma. Cuando llegaron los servicios de salvamento ya se comprobó que la tripulación había contado como posibles cadáveres lo que eran salvavidas vacíos que flotaban en el agua y que, en realidad, en ese punto había tres personas que rescatar.
Incluso durante la tarde se dio por hecho el rescate de dos cadáveres por parte del mismo yate, si bien, más tarde los equipos de salvamento comprobaron que esas personas estaban con vida.
Pronto aparecieron los tres primeros supervivientes, flotando en el agua. Fueron salvados por el helicóptero y desde ahí trasladados primero a Son Sant Joan y más tarde a un hospital.
En la barca
El grueso de los inmigrantes rescatados apareció un poco más tarde cuando se localizó la patera en la que habían partido de Argelia. En ella todavía permanecían nueve personas a bordo. Todos ellos fueron trasladados al puerto de Palma por la ‘Salvamar Libertas', que los desembarcó en el Dique del Oeste en torno a las siete y media de la tarde. Este grupo de migrantes fueron atendidos en el mismo puerto por personal sanitario y más tarde trasladados. Mientras tanto, seguían las labores de búsqueda de otros tres desaparecidos junto a Cabrera a las que se dedicaba una Salvamar y medios aéreos, si bien al caer la noche se suspendió el dispositivo de búsqueda.
Los migrantes supervivientes relataron a los servicios de emergencia que llevaban varios días en el mar y que algunos de los ocupantes de la embarcación se lanzaron al agua. Entre ellos estarían los que anoche no se habían podido localizar.
Una de las hipótesis que se maneja es que fuera una embarcación que quedó rezagada de alguna de las oleadas de llegadas de los últimos días. La semana pasada llegaron 19 pateras a Balears, con 257 personas a bordo. La ruta marítima de Argelia a Balears se mantiene en su año récord, con la llegada de 115 embarcaciones, contando la de este lunes y más de 1.700 migrantes.
La situación ha llevado a que las redes aprovechen incluso días de mal tiempo para intentar hacer la travesía. Ocurrió ya el pasado 22 de septiembre cuando 12 migrantes tuvieron que ser rescatados a cuarenta millas de Cabrera cuando estaban en una situación delicada por la climatología y más tarde fueron trasladados a Eivissa.
Algo similar volvió a ocurrir este lunes. Lo habitual es que las redes aprovechen casi en exclusiva días de calma, que son en los que se han producido las grandes avalanchas de los últimos meses. Hasta ahora no se conocen incidentes de gravedad cerca de Balears vinculados con las pateras, a diferencia de lo que ocurre con otras rutas con frecuentes naufragios. Sí que en 2019, las autoridades argelinas alertaron del hundimiento de una de embarcación cerca de sus costas con al menos seis fallecidos.
