Agentes de la Policía Nacional, durante la detención de un acusado. | Alejandro Sepúlveda

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La Policía Nacional culminó este miércoles la tercera y última fase de la denominada ‘operación Pólvora' con la detención de diez personas. Esta larga lista de arrestados eran colaboradores de esta organización criminal dedicada al blanqueo de dinero procedente del tráfico de drogas.

Los detenidos son trabajadores y encargados de diferentes locutorios ubicados en Palma, quienes auxiliaban a dicha organización criminal utilizando los servicios de envío de dinero de sus establecimientos para mandar diferentes cantidades a países extranjeros a nombre de terceras personas, a los que se les conoce como ‘mulas' o 'pitufos'.

El modus operandi consistía básicamente en captar a esos ‘pitufos' para poder remitir a través de los locutorios cantidades que oscilan entre los 2.000 y los 3.000 euros, al objeto de burlar los férreos controles impuestos por los organismos de prevención del blanqueo de capitales, ocultando la verdadera identidad del remitente.

A cambio, por parte de la organización criminal se compensa económicamente a los colaboradores con cantidades que suelen oscilar en torno a los 50 euros por cada envío de dinero. De este modo, el auténtico remitente consigue enviar elevadas cantidades de efectivo sin que conste su verdadera identidad.

Mediante este método se han descubierto más de un centenar de envíos que superan los 300.000 euros. En la primera y segunda fase de la operación se detuvieron a 60 personas.