Lo tenía fácil para tener las llaves del centro educativo. Y es que su madre era la portera del instituto. En junio del pasado año se le ocurrió quitárselas y acceder al recinto, donde se apoderó de grifos, duchas y tuberías. La Policía Nacional lo detuvo días después.
El acusado, de nacionalidad española, se enfrenta a una pena de tres años de prisión acusado de un delito de robo con fuerza. El juicio por estos hechos tendrá lugar próximamente en Vía Alemania.
Tal y como detalla el ministerio fiscal en su escrito de acusación el imputado, de 41 años, acudió al centro educativo en fecha no determinada, pero anterior al 9 de junio. Entró haciendo uso de las llaves que tenía su madre como portera del instituto y una vez en el interior se dirigió directamente a la zona de vestuarios. Tenía claro cuál era su objetivo. Allí arrancó grifería, duchas y tuberías y abandonó las instalaciones cargado de material. Poco después la Policía Nacional localizó y arrestó al sospechoso.
El valor de lo sustraído fue tasado en 3.366 euros, cantidad que reclama el Govern Balear, quien se personó en la causa como perjudicado al ser un instituto público donde ocurrieron los hechos.
El acusado cuenta con antecedentes penales, ya que fue condenado en 2017 por un delito de hurto a seis meses de prisión. Por este hecho la Fiscalía aprecia el agravante de reincidencia y solicita para él la pena de tres años de prisión. Asimismo tendrá que abonar los 3.366 euros por el valor del material presuntamente robado.
El apunte
Orden de alejamiento del centro desde junio de 2020
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