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Siete mujeres acosadas en una semana, 42 en un mes. Obsesionado con encontrar novia asaltaba a mujeres de forma sistemática en la Part Forana. El depredador sexual de Mallorca ha ingresado este martes en el área de Psiquiatría del hospital de Inca. Las dos últimas víctimas han ofrecido este miércoles sus testimonios en IB3 Televisió.

«Estaba en casa recogiendo una ropa y alguien llamó a la puerta. Había un individuo que al abrir entró unos metros al interior de la casa. Yo me quedé un poco asustada y él me dijo que necesitaba ropa», explica Ana Bonilla, una de las víctimas.

«Entonces le pedí que me dijera que necesitaba pero fuera de la casa. Le saque fuera y allí fue cuando se me empezó a insinuar, empezó a enseñarme fotografías eróticas. Le tuve que empujar, cerrar las contraventanas y cerrar con llave... Justo cuando cerraba la puerta él empezó a masturbarse», relata.

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Como en otras ocasiones, tras ser rechazado, el acosador mostraba una actitud violenta ante sus víctimas: «Luego golpeó las puertas gritando que volvería al día siguiente», concluye Bonilla.

Carolina Gallego, otra de las denunciantes, cuenta que les asaltó en el tren: «Salíamos de la estación de Inca hacía Sineu. Este individuo escuchó una conversación privada entre una compañera y yo. Nada más abrirse las puertas del tren empezó a insultarnos y a perseguirnos». En algunas zonas de la Part Forana se le conocía como el ‘acosador del tren' porque solía utilizar el ferrocarril para asaltar a sus víctimas.

La jueza de Inca ha optado por su ingreso en Psiquiatría tras quedar en libertad después de su última detención y, en principio, está previsto que esté una semana ingresado, bajo medicación y estricta vigilancia médica. Después se tomará una decisión definitiva sobre su futuro.

Los investigadores temían, por una parte, nuevos ataques y, por otra, que algunos familiares de afectadas se tomaran la justicia por su mano, ya que el caso ha creado auténtica alarma social en la comarca de Inca. Después de pasar unos meses en la cárcel de Palma, a su salida, no mostró ningún arrepentimiento y siguió buscando víctimas.