Detenida por agredir a dos sacerdotes en las iglesias de Caputxins y Sant Sebastià
Agentes de la Policía Nacional han detenido a una mujer, cubana de 48 años, por agredir brutalmente a dos sacerdotes cuando los religiosos se encontraban en el portal principal de sus respectivos templos. Las agresiones se produjeron en las iglesias de Caputxins y Sant Sebastià de Palma. La mujer está acusada de un delito contra los sentimientos religiosos y lesiones. Las agresiones se produjeron los días 8 y 12 de noviembre. En el primero de los episodios violentos tuvo lugar junto al convento de Caputxins donde un sacerdote -de 86 años- salía del centro de culto cuando fue abordado por la sospechosa que, sin mediar palabra alguna y por la espalda, propinó varios puñetazos al religioso tirándolo al suelo. Una vez allí, comenzó a abofetearle.
También en Sucesos
- Nuevo aviso de la Guardia Civil: nunca tires esto a la basura si valoras tu seguridad
- «En verano, hay días que no se puede salir a la calle, es una invasión»
- Cae la popularidad de Tesla: Se venden de segunda mano en Baleares a partir de 21.900 euros
- El tren a Llucmajor saldrá del Conservatorio y pasará por Pere Garau con un túnel subterráneo
- La Aemet avanza el tiempo que hará en Mallorca en Semana Santa
4 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Yo intentaría devolverla a su país , en esta caso a Cuba. El método, no domino técnicamente el procedimiento, pero en cuanto haya delito, la deportaría, desterraría o lo que proceda en cada caso, pero de ninguna manera le permitiría quedarse ni volver a entrar en territorio Español. Y esto lo haría con cualquier delincuente juzgado y condenado.
A mí me dijo hace unos años, q estaba endemoniado, y me empezó a hablar según ella en latín, q lo dudo, hizo su show y se marchó.
Esto ya había sucedido antes. Me gustaría saber qué solución proponen nuestras autoridades en estos casos.¿Internarla en un psiquiátrico? En cuanto quiera irse,se irá. Como se fué el violador reincidente, hace unos días. A esa señora, que ataca a personas ancianas, un día se le irá la mano y mandará a alguien al otro barrio. Y la culpa será de nadie. Como siempre.