En total, han llegado a registrarse más de 30 denuncias cuya cuantía total defraudada asciende a 75.900 euros. El 'modus operandi' consistía en ofrecer los vehículos en portales de Internet y redes sociales. Los clientes interesados contactaban a través de un teléfono y acordaban una cita en el establecimiento para ver el turismo. En otras ocasiones, dado que el concesionario se encontraba abierto al público, acudían clientes directamente para ver los vehículos que tenían en exposición.
En el lugar eran atendidos por el empleado o por el marido de la dueña del negocio, quienes mostraban los vehículos a los clientes interesados. Una vez que mostraban el turismo, solicitaban que se les hiciera entrega del dinero en efectivo, para así eludir los impuestos a los que está sujeta la empresa. Cuando los clientes llegaban a un acuerdo de compraventa y entregaban el dinero total o parcial del valor de venta, ambos trabajadores pactaban con los clientes que ellos se hacían cargo del cambio de titularidad de los vehículos, así como de realizarles la correspondiente Inspección Técnica a los Vehículos.
De esta forma, los presuntos autores se quedaban tanto con los turismos como con la documentación de los mismos, y se comprometían a comunicarse con los clientes, pero dilataban en el tiempo la entrega de los vehículos con excusas. En otras ocasiones, cuando los clientes retiraban los vehículos en el momento de la compra, los vendedores les manifestaban e incluso les facilitaban un documento acreditativo de certificado de seguro, en el cual presuntamente el vehículo poseía unos meses en una compañía aseguradora.
También constaba en los contratos que los coches tenían garantía de reparaciones varias y la ITV realizada. Los presuntos autores se comprometían a darlos de baja y, una vez dado de baja, los ponían a la venta, sin que pudieran hacer el cambio de titularidad los nuevos propietarios, puesto que el automóvil se encontraba dado de baja o bien la antigua propietaria había fallecido. Así pasó en una de las denuncias, que la propietaria falleció en el año 2014, abriendo diligencias previas por este motivo un Juzgado de esta ciudad.
Otra de las víctimas manifestó que, tras realizar la compra del vehículo, los dueños del concesionario le dijeron que no podían hacerle entrega del mismo, con el pretexto de que tenían que efectuarle una serie de arreglos, pactando que harían entrega del mismo a la semana siguiente. Cuando la víctima se disponía a contratar el seguro del turismo, fue alertada por parte de la gestoría de que la ficha técnica y el permiso de circulación no se correspondían con el vehículo que figuraba en el contrato de compraventa, siendo imposible realizar la contratación del seguro. Tras intentar comunicar dicho extremo a un empleado, este hacía caso omiso a las reclamaciones del cliente y no llegó a hacer entrega del turismo, por lo la víctima interpuso una denuncia.
Averías
En el resto de denuncias recopiladas, las víctimas hacen mención no sólo a la manera de proceder de ambos comerciales del establecimiento, sino que todos los turismos desde que han salido del concesionario han presentado averías y fallos mecánicos que no habían sido comunicados. En estos casos, los vendedores no se hacían cargo de las reparaciones o bien los trasladaban los vehículos por medio de una grúa para repararlos, pero después de su salida del taller del concesionario continuaban presentando fallos y problemas mecánicos. La operación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones o nuevas víctimas.
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