La procesada, este martes, en un juzgado de lo Penal de Vía Alemania de Palma. | Juan P. Martínez
Utilizaba un carrito de bebé para intentar ganarse la confianza de sus potenciales víctimas. Siempre elegía a personas mayores, todas ellas de más de 75 años, en zonas próximas a la calle Manacor y Pere Garau. Las abordaba en plena calle, les pedía que le invitaran a algo en cualquier bar o les ofrecía servicios sexuales y al mínimo descuido se llevaba la cartera y todo lo que portaban encima. La imputada, una mujer española de 36 años, admitió los hechos ante la jueza y aceptó seis meses de prisión, el pago de una multa de 120 e indemnizar a las víctimas en conjunto en casi 1.000 euros. La procesada se comprometió a abonar en menos de dos años la responsabilidad civil para evitar así entrar en la cárcel.
9 comentarios
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Y ya está? Que barato sale oye... Te sale más caro aparcar en un vado en un momento de emergencia
Bastante barato para mi gusto. De ser yo, como mínimo le cortaba las manos. ¿Alguien me vota?
La infra calidad de gente que ha llegado a nuestra isla...trae estas consecuencias y las que estan por venir Luego la Justicia que tenemos es para llorar... Se acabo la "isla de la calma"..sera la isla de el horror...y ya se ve!!!
Barato, barato. Esta condenas provocan el efecto llamada a delinquir.
Mallorca está que da asco
Ni pagará ni entrará. Otra muestra más de como funciona aquí la justicia.
Se integra muy bien en la sociedad sin las leyes de ninguna etnia y aceptando las míninas normas ciudadanas...
Que barato sale robar en este país.
La justicia en España no es que sea de chiste. Es para llorar. Una mujer ataca a varios ancianos para robarles. Incluso tirando al suelo y lesionando a un abuelo, y solo le caen 6 meses y una multa e indemnización ridículas. La cárcel ni la va a pisar. Agredir a personas ancianas, inválidas o con discapacidad o dependencia graves, debería ser mucho más grave que, por ejemplo, el maltrato de pareja no habitual a la mujer. Y debería haber juzgados especiales contra la violencia hacia personas mayores, dependientes y con discapacidad, en vez de juzgados de violencia contra la mujer que, además de ser dudosamente constitucional, por discriminar por razón de sexo, protege a mujeres que no necesitan ninguna protección especial, como esta delincuente que se dedica a abusar de ancianos.