Imagen del juicio. | R.S.

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Fue uno de los vídeos del confinamiento. Varios policías nacionales entrando en un piso del Passeig Marítim en mayo de 2020 porque un grupo de jóvenes estaban celebrando una fiesta. Esas imágenes se hicieron virales y su autor acabó imputado. La Fiscalía pide para él dos años de prisión por un delito de injurias y calumnias. Este lunes se sentó en el banquillo de los acusados en un juzgado de Vía Alemania de Palma y volvió a insistir, tal y como lo hizo en varias televisiones nacionales, que no escuchó a su amigo, y morador del inmueble, dando permiso a los agentes para entrar. «Quizá esté equivocado, pero en aquel momento hice lo que creía que era correcto», declaró durante la vista.

El incidente tuvo lugar la madrugada del 9 de mayo de 2020 en la fase 0 de la desescalada. Varios agentes de la Policía Nacional acudieron a un piso del Marítim tras la llamada de una vecina molesta por el ruido y por la presencia de personas ajenas en la vivienda. Al llegar al inmueble el morador, amigo del procesado, les dejó entrar. «Nos abrió la puerta y nos dijo ‘pasad y comprobad’», relató uno de los agentes y corroboraron el resto de funcionarios en sus declaraciones. Esta afirmación echó por tierra la versión del imputado, que se encontraba escondido, tal y como reconoció, debajo de una cama y por eso no escuchó nada durante la entrada.

Al ser descubierto empezó a grabar lo que ocurría con su móvil. «Para mí era un delito porque mi amigo no me dijo que les había dejado entrar», dijo. Ese vídeo lo envió a un grupo de amigos por WhatsApp y en horas se hizo viral, dejando en mal lugar a la Policía. Hasta el punto que el acusado apareció en varios medios nacionales comentando la que para él era una actuación ilícita de los agentes. «Cuando aparecí en televisión reafirmándome en que habían actuado mal aún no sabía que habían pedido permiso para entrar en el piso». Su amigo se lo explicó, según él, varios días después. El juicio, tras cuatro horas, quedó visto para sentencia.

El apunte

El Ministerio Fiscal retiró la acusación por desobediencia antes de iniciarse la vista

La representante de la Fiscalía retiró antes de iniciarse el juicio la acusación que inicialmente recaía sobre el imputado tras declararse inconstitucional el primer estado de alarma. Así, la petición provional de tres años de cárcel para el joven quedó finalmente en dos y una multa como autor de un delito de injurias y calumnias. Quienes si mantuvieron su petición de cárcel fueron las acusaciones particulares, quienes reclaman también que se indemnice a los agentes por el daño ocasionado a su imagen al difundirse el vídeo.