Un guardia civil sostiene una de las tortugas intervenidas a una pareja alemana en Llucmajor. | M. À. Cañellas

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La madrugada del 28 de mayo de 2020 desaparecieron cuatro tortugas, valoradas en 10.000 euros, de Natura Parc. Eran dos ejemplares de la especie Astrochelys Radiata y otros dos Pyxidea Mouhotii que habían sido intervenidos por la Guardia Civil a una pareja alemana que tenía un gran criadero ilegal en una finca de Llucmajor.

El autor del robo ha sido condenado por un juzgado de Palma a la pena de un año de cárcel. La jueza ha tenido en cuenta la circunstancia agravante de reincidencia. Los reptiles fueron recuperados por la Guardia Civil en el domicilio del acusado, un hombre de 34 años y nacionalidad española.
Tráfico de especies protegidas.

La sentencia recoge que el procesado se dirigió a las instalaciones de la Fundació Natura Parc, en Santa Eugènia, y saltó la verja del recinto. Una vez dentro, acudió a la zona en la que se encontraban depositados más de un millar de ejemplares de tortugas que habían sido incautadas a una pareja alemana por un presunto delito de tráfico de especies protegidas. Los animales estaban en una zona no visitable, de forma que el individuo sabía que se hallaban allí.

El encausado, que llevaba un cubo, se apropió de cuatro tortugas y se marchó de Natura Parc en un coche que había estacionado en las inmediaciones. Ambas especies están consideradas en peligro de extinción y catalogadas en el convenio CITES con la más alta protección. Las cámaras de seguridad grabaron el momento en el que el ladrón entraba en el recinto y se dirigía hacia los reptiles. El hombre estuvo una hora dentro de las instalaciones, que por aquellas fechas llevaban varios meses cerradas al público por la pandemia. Las imágenes también recogieron la matrícula del coche con el que huyó.

La Guardia Civil del Pont d'Inca se volcó en el caso y con la grabación en su poder agilizó la investigación. El sospechoso fue detenido en su casa el 30 de mayo por la mañana y los agentes recuperaron los cuatro animales robados. Los investigadores sospecharon que el delincuente tenía intención de venderlos en el mercado negro.

La ‘operación Coahuila'

Las tortugas sustraídas se encontraban entre los 1.100 ejemplares que la Guardia Civil se incautó en una finca de Llucmajor tras la ‘operación Coahuila', en agosto de 2018. Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) detuvieron a una pareja de alemanes, junto al propietario de una tienda de animales en Barcelona, y dieron por desarticulada una organización de tráfico ilegal de estos reptiles.

La Guardia Civil informó que la finca de Llucmajor era uno de los mayores criaderos ilegales de tortugas de Europa. Los dos arrestados en Mallorca fueron enviados a prisión, aunque salieron en libertad al cabo de 15 días. La pareja explicó a Ultima Hora que no hacían negocio con los animales: «No somos traficantes de tortugas, nos han tratado como si fuéramos delincuentes».