El pasado mes de junio se registró el primer caso en Ibiza. Una joven de nacionalidad española denunció a la Guardia Civil que, mientras estaba de fiesta con sus amigas en una discoteca ibicenca, notó un pinchazo en el brazo. Le habían drogado en contra de su voluntad. | Vanessa Hernández
Reino Unido, Suiza, Francia y ahora España. En estas últimas semanas, la sumisión química por pinchazo se ha convertido en algo habitual en algunas zonas de ocio nocturno. El pasado mes se registró el primer caso en Baleares. Una joven de nacionalidad española denunció el pasado 22 de junio a la Guardia Civil que, mientras estaba de fiesta con sus amigas en una discoteca de Ibiza, notó un pinchazo en el brazo. Le habían drogado en contra de su voluntad. Esta serie de prácticas se han extendido a otras comunidades como Navarra, en San Fermín, o Cataluña, donde los Mossos han abierto investigaciones para esclarecer los hechos de las 17 denuncias que han recibido en estos últimos días. En todas se produce el mismo modus operandi: fiesta, alcohol, música, baile y aglomeración, y sus víctimas: mujeres menores de 30 años.
6 comentarios
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Acabad ya con esta tontería que no tiene ni pies ni cabeza. Alarmistas.
Tolo HernándezNos ha salido un gracioso...
Ms hammerLos comunistas, para que sigan votandolos.
Ms hammerPues serán ninjas, porque si no no me lo explico.
Como el COVID ya no es noticia, ahora, los pinchazos. Ayer salió una chica , tapándose la cara, y enseñando un pinchazo a la altura de la rodilla, si aquello era un pinchazo yo soy bombero.
Adivina los que pinchan